En su primer y penúltimo informe de gobierno, Jaime Bonilla Valdez olvidó mencionar avances o explicar sobre uno de los temas que lo llevaron a ser Gobernador Constitucional de Baja California: Francisco Kiko Vega de Lamadrid.

En sus dos horas de discurso, Bonilla Valdez obvió el tema con eufemismos como los malos gobiernos de antes la corrupción del pasado, pero sin precisar que es uno de los compromisos que aún no ha cumplido.

En la campaña y en la transición del año pasado, el ex gobernador Kiko era un tema recurrente de la Cuarta Transformación de Baja California. Lo iban a meter a la cárcel. Le iban a fincar responsabilidad. Pagaría por los delitos que cometió contra el Estado y el erario público. Iban a indagar su responsabilidad en la deuda de millones de pesos que heredó.

Francisco Vega de Lamadrid. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

En noviembre de 2019, Bonilla Valdez informó que a Vega de Lamadrid se le denunció formalmente por abuso de confianza, fraude y peculado por una cantidad superior a mil 200 millones de pesos. Lo cierto es que en Baja California nunca hemos tenido un gobernador acusado, apresado y purgando una condena, por lo que no conocemos el procedimiento ni tenemos un referente.

Para enero de 2020, durante una transmisión por Facebook, Bonilla denunció que Kiko Vega no pagaba el agua. Según lo dicho en ese momento, el ex gobernador tenía 5 años evadiendo el pago del agua mediante recibos que salían en ceros, en uno de sus comercios. El último pago que había hecho fue en julio de 2015, por alrededor de 50 mil pesos.

Meses después, en mayo de este año, la Fiscalía cateó la casa del ex gobernador y su esposa, Brenda Ruacho de Vega. Al día siguiente, el Fiscal del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, explicó que el cateo estaba ligado a una indagatoria contra Ruacho de Vega por delitos relacionados al enriquecimiento ilícito desde su posición en el DIF Estatal.

El 8 de mayo, la Fiscalía de Baja California cateó la mansión de Kiko Vega en Cumbres de Juárez. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

Francisco Vega fue un gobernador opaco, unidireccional y con un discurso apachurrado, plano y nervioso; y se le han detectado 273 operaciones fraudulentas. Se fue con 15.2% de aprobación y sólo el 10% de la confianza de los bajacalifornianos, según la encuesta de Massive Caller.

En una entrevista periodística en agosto de este año, el gobernador Jaime Bonilla explicó que a Francisco Vega de Lamadrid lo ha salvado la pandemia de Covid-19, para no estar en la cárcel. El 10 de octubre, el ex mandatario estatal se presentó en la Fiscalía General del Estado a brindar su declaración, que se reservó.

Al día siguiente, el gobernador volvió a dedicarle palabras en su mañanera por Facebook, y aprovechó para lanzar una flecha que atravesó dos objetivos: mostró una foto de Vega de Lamadrid con Arturo González Cruz.

Lo cierto es que el Gobierno de Baja California utiliza el discurso de ataque contra Kiko Vega cuando le puede sacar política. Las campañas que se avecinan son idóneas para este tipo de movimientos o enroques discursivos. Ya veremos.

En el resumen de sus principales actividades que ayer domingo 1 de noviembre emitió el Gobierno del Estado, se hablaron y presumieron muchas cosas; pudimos observar certezas, dudas e inquietudes, hubo de todo. Pero Jaime Bonilla olvidó el tema que lo hizo Gobernador: Francisco Kiko Vega de Lamadrid. ¿Por qué?

FOTO: CUARTOSCURO.COM

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