La peruana Ana Estrada accedió a la eutanasia para morir de forma “digna” tras una larga batalla judicial que terminó con un histórico fallo en Perú para reconocer el derecho a tener un fallecimiento asistido, informó el lunes su abogada.

Estrada, de 47 años, sufría desde hace tres décadas de polimiositis, una enfermedad rara que ataca sus músculos y no tiene cura. Estaba conectada a un respirador mecánico la mayor parte del tiempo y era asistida casi a diario por una enfermera.

Psicóloga de profesión, la mujer murió el domingo luego de que médicos del seguro estatal de salud EsSalud procedieron a realizar el “plan y protocolo de muerte digna”, elaborado luego de que Estrada ganara hace dos años un juicio que inició en el 2016 para acceder a la eutanasia que era ilegal en Perú.

“Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que de manera incondicional apoyaron su decisión con amor”, dijo un comunicado enviada a través de X por su abogada Josefina Miro Quesada.

Ana Estrada, de 43 años, defensora de la eutanasia que sufre una afección incurable que atrofia sus músculos y la deja respirar a través de un ventilador, yace en la cama de su casa en Lima, Perú. 7 de febrero de 2020. REUTERS /Sebastián Castañeda

La eutanasia no es permitida en muchos países y en Perú, donde la mayoría es católica, muchos conservadores se oponen fuertemente a esta práctica. En Latinoamérica, Colombia permiten el procedimiento bajo ciertas condiciones, y en los últimos meses Cuba y Ecuador abrieron la puerta legal también al procedimiento.

En una entrevista con Reuters en el 2022, luego del histórico fallo judicial, Estrada afirmó que esperaba que su caso sentara un precedente en Perú, ya que buscaba de poner fin a una enfermedad que atacaba a su salud de forma progresiva.

“Va llegar en un momento que ya no pueda ni siquiera poder escribir, o poder manifestarme”, señaló en esa oportunidad. “Mi cuerpo falla, pero mi mente y mi espíritu están felices. Quiero que el ultimo momento de mi vida siga siendo así, en libertad, con paz, tranquilidad y con autonomía”, había afirmado.

La sentencia en Perú sobre la eutanasia ordena no aplicar el código penal del país, que castiga con cárcel a una persona que ayuda a morir a otra. En este caso libra de responsabilidad a los médicos que eventualmente ayudaron a terminar la vida de Estrada.

De Apro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí