Por Eldo

Toño, el de la sonrisa eterna

El lunes 15 de noviembre se cumplieron 12 años del fallecimiento de Antonio De Nigris Guajardo, un tipo para quien el futbol significaba tanto que incluso murió por él.

Originario de la Sultana del Norte, Toño se inició en el deporte profesional como tenista, disciplina que incluso lo llevó a ser suplente en el equipo mexicano que disputó la Copa Davis de 1996. Sin embargo, sintió que en un país en el que se practica y fomenta el soccer desde la infancia tendría más futuro si se dedicaba a patear el balón, o a rematarlo de cabeza, su especialidad.

Esto lo llevó a probar suerte con los Coyotes de Saltillo, entonces equipo de la Primera ‘A’ —hoy Liga de Expansión— filial del Club de Futbol Monterrey, al cual ascendió rápidamente gracias a su estatura y cualidades del centro delantero ideal para aquellos tiempos: excelente juego aéreo, habilidad para jugar de poste, y manejo de ambos perfiles. Recordemos que hasta hace 15 años la posición de ‘9’ en el terreno de juego era mucho menos técnica que hoy en día, es decir, no era indispensable el drible o la velocidad para ser el ariete en un equipo de futbol profesional.

Fue en 1999 cuando el director técnico de los Rayados, Benito Floro, pidió a la directiva que le contrataran a Antonio, para que unos meses después, el 6 de febrero del 2000 el Tano, como también se le conocía, debutara en la Primera División del futbol mexicano. Ahí, la afición albiazul vio el nacimiento de un ídolo.

En su paso con el Monterrey Toño anotó 37 goles en cuatro temporadas, de los cuales se recuerda el doblete que marcó en el Azteca, gracias al cual los albiazules remontaron el 0-1 para vencer al América.

Su gran momento con la Pandilla provocó que el ‘Ojitos’ Meza lo llevara a la Selección, camiseta con la que debutó el 7 de marzo de 2001 con un golazo en el Estadio Jalisco en un partido amistoso contra Brasil. Miguel Zepeda puso un centro al área que Antonio remató de volea de pierna derecha para poner el balón pegado al palo en el rincón inferior izquierdo del arquero carioca.

A inicios de 2003 Manuel Lapuente lo pidió como refuerzo a préstamo para el América, pero el Tano sólo pudo jugar tres partidos con los azulcremas, pues su mentor, Benito Floro, le llamó para ir a jugar al Villareal de España. Así iniciaría la travesía interminable de Toño, que a la postre lo llevaría a la eternidad.

En su debut con el Submarino Amarillo también anotó: un cabezazo que techó al portero rival, pero su paso ahí fue fugaz y se marchó para jugar con el Polideportivo Ejido de la Segunda División Española. Después fue a Colombia para enrolarse con el Once Caldas, equipo con el que disputó la Copa Intercontinental ’04 anotando un penal a Nuno Espírito Santo en Yokohama. Regresó a México para jugar con Puebla, y a la siguiente temporada con Pumas, donde fue subcampeón de la Copa Sudamericana ’05.

Entonces vino lo que él mismo consideró como el parteaguas de su carrera: al concluir los préstamos con los equipos antes mencionados, Monterrey le informó que podía firmar como jugador libre con el equipo que él quisiera, porque para ellos ya no entraba en planes. Sin embargo, víctima del infame ‘pacto de caballeros’, su libertad era una falacia.

Esto le provocó una serie de problemas legales en 2006 al signar con Santos de Brasil a petición explícita de Vanderlei Luxemburgo, ya que Monterrey no había liberado la carta del Tano, por lo cual su contrato en Brasil era improcedente al no contar con la cualidad de agente libre, misma que el club albiazul no cedió ante las posibles ganancias que visualizaba con la venta de De Nigris.

De esta manera, tras haber perdido su oportunidad en el Brasileirao, y habiendo adquirido su carta tras una intervención de la FIFA, Toño se vio en la necesidad de seguir su paso nuevamente en Europa, ahora en Turquía, nación en la cual jugó para Gaziantepspor, Ankaraspor, y Ankaragücü, club que un día después de su muerte hizo pública la malformación congénita cardíaca del regiomontano: un engrosamiento de los músculos del corazón riesgoso para personas —aún más para deportistas— mayores de 30 años, del cual el ‘trotamundos’ ya estaba al tanto y que él consideraba no era impedimento para continuar su carrera.

Su último equipo fue el AE Larissa de Grecia, en el cual disputó sólo ocho partidos, siete de Liga y uno de Copa, sin poder anotar. En total consiguió 22 goles jugando en equipos de primera división europea, uno en España, tres en Turquía, y otro más en Grecia.

En su intermitente paso por el Tri logró cuatro goles: el primero de ellos en el debut soñado mencionado párrafos arriba; 18 días después, un fortuito doblete frente a Jamaica en el Azteca en el partido del Hexagonal Final rumbo a Corea-Japón ’02; su cuarto y último gol con la camiseta nacional fue el 23 de agosto del 2001 en el Estadio ‘Luis Pirata Fuente’, en un amistoso frente a Liberia que México ganó por marcador 5-4 gracias al gol del Tano.

Seis días después de su fallecimiento los Rayados disputaban la ida por los cuartos de final del Apertura ’09. Previo al encuentro el club realizó un homenaje a Antonio, y sólo por ese día la cerveza tradicional de Monterrey ‘cambió la carta’ para poner la leyenda ‘Toño Gracias’, inmortalizada en los jerseys que los jugadores albiazules vistieron para ese cotejo. Su hermano menor, Aldo, quien había llegado al club a penas en enero de ese año, anotó el único gol de la noche para sellar el triunfo rayado.

Tres semanas después, el domingo 13 de diciembre, en el calentamiento previo al partido por la final de vuelta en el Estadio Azul, la porra local le cantó a Aldo “Toño se murió”. Al minuto 9 del segundo tiempo Aldo anotó el gol que ponía a Rayados 5-3 a favor en el marcador global, en la misma portería donde estaba la Sangre Azul. En su festejo se quitó el jersey para mostrar una camiseta con la imagen de Toño, se paró frente a la grada, y les gritó tres veces: “quién se murió”. Rayados salió campeón esa noche.

Aunque nunca pudo volver a Monterrey, a donde tanto su hermano como el ‘Cabrito’ Arellano le pedían regresar, y donde el propio Toño siempre quiso colgar los botines, la afición de los Rayados le recuerda inmensamente con un gran cariño, porque siempre fue un jugador que dejó todo en la cancha, pero sobre todo una gran persona que contagiaba con su sonrisa.

Toño tenía 31 años.

Volando alto

El cambio en el timón de la nave Águila parece haber funcionado, al menos en las primeras 12 fechas de la segunda vuelta de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), pues Mexicali se ubica en la primera posición de la tabla, y marcha quinto en el standing general, empatado con Hermosillo y Culiacán.

Después de los primeros tres encuentros de la segunda parte de la temporada 2021-22, en los cuales con Lino Connell a la cabeza los emplumados fueron barridos por los Sultanes en Monterrey, ahora con el retorno del angelino Gil Velázquez los Águilas parecen haber retomado el camino, con sólo cuatro derrotas por ocho victorias, de las cuales siete han sido al hilo en los últimos cotejos, incluyendo dos barridas a los Charros en Jalisco, y a los Cañeros en el Nido ayer por la noche 5-4 en un juego que se extendió hasta la 12ª entrada.

Como consecuencia del alto vuelo, el norteamericano Joey Terdoslavich fue nombrado MVP en las series frente a Navojoa y Jalisco, y a su vez Jugador de la Semana con un porcentaje de bateo de .333, cinco hits, dos cuadrangulares, y 10 carreras impulsadas.

Del mismo modo, el pitcher cerrador Jake Sánchez obtuvo el reconocimiento de Pitcher de la Semana, consiguiendo los salvamentos en dos juegos ante a los Mayos, y otros dos frente a los Charros, con 4.2 entradas lanzadas, una efectividad de 1.93, y siete ponches.

Aún queda mucho camino por recorrer en la temporada, pero al menos Gil Velázquez ha devuelto al equipo el espíritu triunfador que lo caracterizó en su primera etapa con el club, algo que sin duda buscará mantener de cara a cerrar la campaña con un segundo título al frente de los Águilas, pues justamente Gil es el último manager en haber conseguido un campeonato para Mexicali, cuando en la temporada 2016-17 se impuso en seis juegos a Los Mochis.

No hay nada seguro

Después de conocer los resultados de los partidos de ida en la Liguilla del futbol mexicano podemos concluir que en realidad no hay ningún equipo realmente fuerte de cara al título, y que aún puede avanzar a semifinales cualquiera de los ocho, incluso los que van perdiendo la serie.

Increíblemente, algunos americanistas consideran que su llave es la más peligrosa al no haber conseguido más que un empate en Ciudad Universitaria. Sin embargo, recordemos que el gol de visitante ya no es criterio de desempate, por lo que otro 0-0 bastaría para que el Ame se vaya a las semifinales.

La última vez que estos dos se vieron las caras fue en la semifinal por el Apertura ’18. El partido de ida se fue 1-1 con un penal fallado de Roger Martínez, pero en la vuelta Alfredo Saldívar se encargó de regalar tres goles con errores inverosímiles para que los de Coapa se alzaran 6-1, dejando el marcador global en 7-2.

El Puebla se impuso 2-1 al León, en el partido de ida de los Cuartos de Final de la Liga MX. FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO.COM

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Aun cuando Atlas define la serie en su cancha tras otro aburrido 0-0 el miércoles pasado, Rayados ya sabe lo que es eliminar a los Rojinegros, pues la Pandilla los ha dejado fuera de la Liguilla en los cuartos de final en 2003 y 2014, en ambas cerrando en el Jalisco; y más recientemente en 2017 con un contundente marcador global de 6-2, que incluyó tres tantos de Rogelio Funes Mori.

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Camoteros y Esmeraldas repitieron el jueves lo hecho el invierno pasado, cuando también se enfrentaron en los cuartos de final del Apertura 2020, jugando la ida en Puebla con triunfo de los locales por marcador de 2-1. Aquella noche uno de los anotadores fue Omar Fernández, que hoy juega para León, igual que Santiago Ormeño, a quien iba dirigido el balón en la jugada de la segunda anotación poblana ese mismo partido. Será este el último partido de la jornada este domingo.

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Finalmente, Tigres recibirá a Santos también el domingo, y que estoy seguro de haber conseguido el empate ayer por la noche, los felinos habrían avanzado a semifinales sólo por ese fuerte golpe anímico. Aún pueden hacerlo si los de la Laguna juegan igual de flojo que como terminaron el partido de ida. Su último precedente es en los cuartos de final del Clausura ’18, cuando tras un empate global a dos, el equipo de la Comarca avanzó por su posición en la tabla.

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