El Salvador se convirtió el martes en el primer país del mundo por el que circula el bitcóin como moneda de curso legal, un experimento que busca reducir el costo por las remesas enviadas desde el extranjero y que, en un inicio, tropezó por problemas técnicos.

La medida que encabeza el popular presidente Nayib Bukele, de 40 años, tiene como objetivo permitir que los salvadoreños ahorren los 400 millones de dólares que gastan anualmente en comisiones por remesas, en su mayoría enviadas desde Estados Unidos.

Bukele

Solo el año pasado, las remesas a El Salvador ascendieron a casi 6,000 millones de dólares, o el 23% de su Producto Interno Bruto (PIB), una de las proporciones más altas del mundo.

Los sondeos muestran que siete de cada 10 salvadoreños son escépticos sobre el uso del bitcóin y desconfían de la volatilidad de la criptomoneda que, según críticos, podría impulsar el lavado de dinero y aumentar los riesgos para las instituciones financieras.

Un hombre vende camisetas mientras la gente participa en una protesta contra el uso de bitcóin como moneda de curso legal, en San Salvador, El Salvador. 7 de septiembre de 2021. REUTERS/Jose Cabezas

El martes, unos 1,300 salvadoreños marchaban rumbo al Congreso para protestar por la adopción de la criptomoneda gritando “no al bitcóin, no al bitcóin”. La protesta también incluía reclamos por la independencia de poderes y un fallo de la Corte Suprema que permite la reelección presidencial.

No obstante, algunos ciudadanos se mostraron optimistas.

“Nosotros tenemos familia en Estados Unidos, ellos pueden mandar allí y sin ningún costo, en cambio el banco les cobra (…) para mandar dinero de Estados Unidos a El Salvador”, dijo Reina Aguilar, dueña de una tienda en Playa Zonte, a unos 49 kilómetros al suroeste de la capital San Salvador.

Un soldado hace guardia mientras la gente pide información sobre el uso de bitcóin, afuera de un cajero automático de la billetera digital Chivo, en San Salvador, El Salvador. 7 de septiembre de 2021. REUTERS/Jose Cabezas

El Zonte es parte de un experimento llamado “Bitcoin Beach” destinado a hacer del pueblo costero una de las primeras economías bitcóin del mundo.

En el período previo al lanzamiento, el Gobierno ya había estado instalando cajeros automáticos de su billetera digital denominada “Chivo”, que permitirá que la criptomoneda se convierta en dólares y sea retirada sin comisión.

A las pocas horas de la puesta en marcha, el servicio tuvo que ser interrumpido por los “problemas de instalación” que tuvieron algunos usuarios, reveló el mandatario en Twitter.

“El sistema está desconectado mientras se aumenta la capacidad de los servidores. Es un problema relativamente sencillo, pero no se puede arreglar con el sistema conectado”, detalló. “Mejor despacio y con buena letra”, agregó.

En las primeras horas del martes, la billetera digital salvadoreña no había aparecido en las plataformas de descarga de aplicaciones de Apple Inc, Google y Huawei, lo que provocó una serie de tuits de Bukele, uno de ellos con un emoji de “enojado”. Al mediodía, ya estaba disponible en Apple.

El lunes, el gobernante había pedido paciencia en un intento por moderar las expectativas de resultados rápidos.

“Como toda innovación, el proceso del Bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes”, explicó Bukele en Twitter, una plataforma que usa a menudo para expresarse, informar sus logros o criticar a opositores.

Además, varios usuarios en redes sociales mostraron fotos de comercios que ya aceptaban la criptomoneda en el país, desde pequeños restaurantes, hasta tiendas de tatuajes, pasando por grandes cadenas como McDonald’s y Pizza Hut.

VOLÁTIL

Entre el lunes y martes, El Salvador adquirió 550 bitcoines, lo que hizo subir momentáneamente el precio del criptoactivo en la víspera. La moneda ha sido notoriamente volátil. En abril subió a más 64.000 dólares y cayó a 30.000 dólares en mayo.

El martes, se desplomó un 9% mientras que ethereum, la segunda criptomoneda más cotizada, también retrocedió 9% luego de haber tocado máximos históricos.

“Podemos asumir que (el retroceso de bitcóin) es un tema que tiene que ver con la cuestión técnica dado que los 51,200 dólares es un precio donde podemos encontrar una resistencia interesante en el largo plazo”, opinó Cipactli Jiménez, inversionista privado especializado en criptomonedas.

“Esta decisión de El Salvador está desafiando muchos de los criterios del mercado tradicional y de alguna manera atenta contra la estabilidad de lo que conocemos el día de hoy (…) y eso termina espantando a muchos inversionistas, por eso la caída tan importante en muy poco tiempo”, agregó.

Opositores sostienen que el anonimato de bitcóin podría ayudar a incrementar el lavado de dinero y citaron una lista de funcionarios corruptos que el Departamento de Estado reveló en julio y que implica a 14 salvadoreños, incluyendo a la jefa del gabinete, Carolina Recinos.

Algunos analistas temen que el hecho de que el bitcóin sea moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense podría enturbiar las perspectivas de la búsqueda de El Salvador para un acuerdo de financiamiento de 1.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Después de que se aprobó la ley de bitcoines de Bukele, la agencia de calificación Moody’s rebajó la calidad crediticia de El Salvador, mientras que los bonos del país denominados en dólares también se han visto presionados.

Con información de Reuters.

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