El presidente Joe Biden aprobó el sábado una declaración de zona de desastre para Texas, que afronta dificultades para superar los estragos de una ola de frío extremo en la que murieron al menos dos decenas de personas y que ha provocado graves cortes de energía y de suministros de agua potable.

Millones de residentes en el mayor estado productor de petróleo y gas de Estados Unidos han tenido que lidiar con varios días de apagones y casi la mitad de los texanos aún sufren por interrupciones en los servicios de agua.

Lina Hidalgo, la funcionaria electa del condado de Harris, que es parte del área de Houston, dijo el viernes que las autoridades locales han reportado 10 muertes por hipotermia.

La medida del Gobierno de Biden abre el financiamiento federal para los individuos damnificados e incluye asistencia para albergues temporales, reparaciones de viviendas y créditos a bajos costos.

Biden también está evaluando visitar Texas para supervisar la respuesta federal a esta primera crisis que se le presenta desde que asumió el poder hace un mes. La Casa Blanca está trabajando estrechamente con el gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano que en un inicio no reconoció la victoria electoral del mandatario republicano en noviembre.

Abbott agradeció al presidente por declarar el estado de desastre en el área, diciendo en un comunicado se trata de “un importante primer paso”. Pero añadió que la asistencia individual solo se había aprobado para 77 condados, no para la totalidad de las 254 comunidades de Texas, como lo había pedido.

Ahora que todas las plantas de electricidad en Texas están operando, millones de residentes finalmente pudieron prender las luces y calefactores de sus casas. Sin embargo, aún se reportaban apagones que afectaban a más de 78.000 viviendas para el sábado por la mañana.

Se espera que el clima mejore y las temperaturas suban hasta situarse en niveles normales en los próximos días, aunque la preocupación de las comunidades ahora pasará desde la energía a el acceso a suministros de agua potable.

Más de 1.200 sistemas de suministro de agua han informado de alteraciones en sus servicios y en algunos sectores se recomienda beber agua hervida, de acuerdo a un portavoz de la comisión de calidad ambiental de Texas. Al sábado por la mañana, unos 14,3 millones de residentes de 190 condados estaban afectados.

Con información de Reuters.

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