En el mundo del futbol, se suele hablar de regates, de talento; de sueldos estratosféricos, de patrocinios, marcas; de campeones, de triunfos y fracasos. Pero del compromiso político y social parecen todos esquivarlo, a excepción del club alemán F.C. St. Pauli, el que, por sus acciones a favor de las minorías, se ha ganado muchos adeptos y fieles seguidores/militantes alrededor del mundo.

La filosofía del ST. Pauli es la de un equipo de barrio que va en contra del negocio por encima de la historia. Son enemigos del fascismo y amigos de la bohemia y el punk.

El F. C. St. Pauli se fundó un 15 de mayo de 1910 ­—re­cién cumplieron su 110 aniversario—, en el barrio del mismo nombre, en el distrito de Hamburgo y actualmente juega en la segunda división de la Bundesliga alemana. Su última participación en la primera división fue en la temporada 2010/11.

El club también dispone de otras secciones amateur en diferentes disciplinas como rugby, bolos, ajedrez, boxeo, balonmano, tenis de mesa, ciclismo, gimnasia, petanca, triatlón, maratón, fútbol americano, Vóley playa y fútbol para invidentes.

Pero, una de las particularidades del equipo y lo que le ha puesto en la mira de muchos en todo el mundo, es la reconocida labor social que realizan y la constante defensa en favor de los grupos más vulnerables y las minorías, tomando como bandera una política más cercana a las corrientes de izquierda y la propia contracultura.

 

Amandus Vierth, uno de sus emblemáticos jugadores, fue quien tuvo la idea de que el equipo luciera los colores marrón y blanco. Dos versiones se mencionan ante tal decisión, la primera es que debido a la crisis económica del club entonces, la tela de ese color era mucho más barata y solo así podían uniformar al equipo.

La otra versión señala que los trabajadores de este barrio, que en su mayoría eran estibadores del puerto o mozos de almacén, solían utilizar monos de color marrón, por lo que muchos de ellos solían llegar directamente del trabajo a los campos con ese atuendo, lo cual quedó como un distintivo de humildad del propio equipo.

La construcción de la identidad que actualmente posee el equipo, comienza a darse en la década de los 80, derivado también de la reconstrucción del barrio donde se ubica el estadio Millemtor, en una zona roja que fuera epicentro de la vida nocturna, el barrio chino y los bares musicales, generando que el estadio comenzara a llenarse de personas y grupos de animación de ideología izquierdista, anarquista y antifascista, toda una alternativa al auge del movimiento hooligan y nacionalista que se daba en otras sedes.

En esa misma década, se forjó también el símbolo no oficial que es una bandera pirata, también conocida como Jolly Roger, con el nombre del distrito en la parte inferior, la cual está relacionada con la tradición portuaria de Sankt Pauli y Hamburgo. El club asumió esta bandera como símbolo de su espíritu alternativo.

En noviembre de 2009, el club firmó una carta de principios fundamentales sobre la gestión de la directiva y su relación con los aficionados, quienes prefieren llamarse militantes.

La carta de principios consta de 15 puntos, relativos a los siguientes aspectos: esfera sociopolítica, representación del distrito de Sankt Pauli, valores de deportividad y cumplimiento de los derechos humanos, reconocimiento de las diferentes secciones deportivas, comportamiento de los aficionados, respeto a la hinchada rival, relaciones con la comunidad local, reglas de patrocinadores y respeto al medio ambiente.

Militantes del St. Pauli protestando con banderas LGBT frente a la Trump Tower.

Principios que llevan a la institución a participar en numerosas actividades sociales, a las cuales hace partícipes a sus seguidores para que colaboren.

Uno de los últimos rasgos distintivos que se crearon al interior del club, fue la espectacular renovación que hicieron en el túnel de los vestuarios, el cual llenaron de grafitis y aforismos, buscando crear una atmósfera lúgubre que intenta emular el infierno con sus luces rojas.

En las paredes del túnel se puede leer “Bienvenidos al infierno” o “Podemos”, sentencias que tienen la intención de encender a sus futbolistas y meter presión a los rivales. Una espectacular calavera, dibujada jugando con el punto de fuga y provocando un efecto óptico, es lo que se aprecia al retornar del césped.

Tanta ha sido la significación y relevancia de este club a nivel internacional, que en varios países hay clubes de fans que veneran a este equipo, como lo muestra el documental St.Pauli: Punk Rock Football, realizado por Piratas del Sur, el grupo de fans con sede en Argentina, quienes ante toda la ola de leyendas que corren alrededor de este equipo alemán, decidieron darse a la tarea de indagar en la historia del club.

“Le pedimos ayuda a nuestro amigo Michael Pahl, uno de los hinchas del marrón y blanco de Hamburgo que más conoce sobre los detalles de la historia de este club, y nos propusimos llevarlos en un viaje por esa transformación, y así derrumbar los mitos que hablan de la “moda” de seguir al equipo “pirata””.

Aquí el docu:

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