Este es mi hogar

este fino borde de

alambre de púas,

Pero la piel de la tierra no tiene costuras.

Borderlands / La frontera. Gloria Anzaldúa.

En 1989 Hugo Salcedo ganó el Premio Internacional de Teatro Tirso de Molina por su guion de teatro El viaje de los cantores. Su dramaturgia relata la tragedia (real) de 19 migrantes mexicanos que murieron asfixiados dentro de un tren en su camino para cruzar ilegalmente a EEUU.

Años más tarde, esa problemática se ha agravado. Tal es el caso de 53 migrantes que murieron por la falta de oxígeno y el calor en un tráiler en Texas.

Aagentes de policía trabajando en el lugar donde se hallaron decenas de inmigrantes muertos dentro de un camión en San Antonio, Texas Jun 27, 2022. REUTERS/Kaylee Greenlee Beal

Tras esta tragedia, la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió dar reversa al programa ‘Quédate en México’ de la era trumpiana, que negaba el asilo a los migrantes por motivos de la pandemia. Activistas ven con recelo esta decisión, ya que en otras ocasiones también dijeron que la iban a revocar, pero, como la xenofobia, siempre resurge.

Para la nueva caravana que salió de Chiapas con dirección a la frontera, ni los hechos, ni ninguna política son motivos para detenerse. Hay que seguir caminando.

FOTO: Facebook / Marlon PV.

Es en este contexto, que la obra Migrar oro en tierra invisible (2022) de la autora Marlon PV, nos permite conocer, de la voz de mujeres, la sensibilidad de tener que migrar, el dolor, y la espera. De igual forma también capta las formas en que resisten, sus aspiraciones y alegrías.

A raíz de que Marlon fue seleccionada en el programa New Natives Narratives, de The Front Arte y Cultura, desarrolló un proyecto artístico que debía relacionarse con el contexto social de la región Tijuana-San Diego. Su elección fue crear un taller de escritura para mujeres en contexto de movilidad que se refugiaban en el albergue Borderline Crisis Center A.C.

Migrar oro es la crónica de esas sesiones y sobre todo recopila los poemas visuales que fueron el resultado del proyecto.

FOTO: Facebook / Marlon PV.

En cuanto al género, este texto es una narración, es un ensayo, son poemas (colectivos y de otras autoras). La fusión de géneros se siente orgánica, y a nivel discursivo resulta prudente con un tema con tantas aristas como lo es la migración de mujeres provenientes de diversos lugares.

Durante la lectura me fue imposible no pensar en el libro de Borderlands / La frontera de la autora chicana Gloria Anzaldúa. Se trata de un texto ‘mestizo’ en el que la autora genera un nuevo discurso crítico, atravesado por diversas lenguas y múltiples identidades.

La consciencia de la Nueva Mestiza, acorde a Anzaldúa, es una que se opone a las estructuras patriarcales y reconstruye una nueva identidad fronteriza, que regresa a sus raíces indígenas. Asimismo, reconoce los efectos que la migración y la frontera provocan en la identidad.

El segundo poema visual de Migrar oro se desprende del poema Estoy quebrada, en el que Marlon recoge algunas oraciones de una de las migrantes que padece problemas mentales:

Estoy quebrada “MO ME gusta EstAr AKi”

—escribe—

Estoy quebrada y “ME ire AMI CASA COMO SeA”

La migración es la experiencia de la grieta. Las fronteras no solo muros físicos, también afectan los cuerpos, como explora Anzaldúa:

Una herida abierta de 2.500 kilómetros

divide un pueblo, una cultura

recorre la longitud de mi cuerpo

me clava estacas de valla en la carne

me parte          me parte

me raja            me raja

En Borderlands, Anzaldúa reconcilia el inglés y el español en su escritura, con sus múltiples lenguas en medio: Español chicano, Tex-Mex, Spanglish, Pocho, Pachuco, etc.

Esta misión es similar a la de Marlon, que en el quinto poema visual mezcla el criollo haitiano con el español. El texto se trata de un mensaje trazado en una pared del albergue, donde se pide que dejen los utensilios de vuelta en su lugar.

FOTO: Facebook / Marlon PV.

Como narra la autora, las mujeres se aíslan a la hora de preparar los alimentos: las haitianas cocinan a tal hora, las mexicanas en otra, etc. Esto debido a que la nacionalidad, y los saberes culinarios de cada región, funcionan como un imán donde las mujeres se identifican, cerrando así un círculo hermético ante las demás migrantes.

El poema es un esfuerzo por imaginar una mayor comunidad entre las migrantes, uno donde puedan cocinar (resistir), sin la barrera que imponen las nacionalidades y las lenguas.

Los hallazgos que hizo Marlon sobre la espera de las mujeres para ingresar a EEUU representan otro punto fuerte de Migrar oro. Ese espacio suspendido que es la espera tensa la atmósfera entre las migrantes y puede llevarlas a la confrontación.

De igual forma la expectativa desata alegría por quienes logran cruzar, y frustración contra quienes se rinden y regresan a sus países.

FOTO: Jonathan Pérez / Glocal Media.

Si algo se le puede objetar al texto es el uso algunas veces fallido del lenguaje inclusivo: “alguno que otro native curiose”. Otro punto que no hace congruencia es que describe su llegada al albergue con “familiaridad” ante un grupo de extrañas.

Respecto los poemas visuales expuestos en The Front Arte y Cultura en San Ysidro, y que se reproducen en su versión impresa, son sencillos y poderosos. Hay ciertas palabras que fueron impresas en blanco, que representan la invisibilidad que sufren estas mujeres por el estigma que cargan como migrantes, y otras en oro, que remarcan su valor como personas y como mujeres.

Las obras obligan al espectador a buscar la luz, a cambiar de ángulo, para encontrar las palabras ocultas, resolver los puzles textuales.

Resalta un nuevo mapa fronterizo donde se solapa la línea fronteriza con las figuras de otros estados y regiones. Este “Mapa de sueños contenidos” cuestiona la idea del American Dream.

FOTO: Jonathan Pérez / Glocal Media.

Para cerrar, cabe decir que el tema de la migración y sus consecuencias ya ha sido tratado  por la autora en su poema para la expo multidisciplinaria “DREAMS”, junto a artistas como Muxxxe, Kid Robin, y Shiro Beta.

Creo que al explorar la migración desde la vivencia y voz femeninas, Marlon PV encontró la fibra que quería tocar, y con la que desplegó todo su potencial literario y artístico.

FOTO: Jonathan Pérez / Glocal Media.

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