Rescatistas retiraron el lunes un décimo cuerpo entre los escombros de un edificio de Miami que se derrumbó, mientras las autoridades prometieron seguir buscando posibles sobrevivientes cinco días después de que la torre de 12 pisos se desplomara violentamente durante la madrugada.

Los equipos usaban grúas, perros y escáneres infrarrojos mientras buscaban señales de vida en medio de las ruinas, con la esperanza de que se hubieran formado espacios con aire debajo del concreto que podrían mantener con vida a algunas personas.

“Continuaremos y trabajaremos incesantemente para agotar todas las opciones posibles en nuestra búsqueda”, dijo la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en una rueda de prensa.

Parece seguro que el número de muertos aumentará y Levine Cava reconoció que la cifra de víctimas podría incrementarse. Todavía hay 151 personas desaparecidas.

La causa del desastre en Champlain Towers South en Surfside, cerca de Miami, sigue bajo investigación.

Un informe de un ingeniero de 2018 encontró un serio deterioro del concreto en el estacionamiento subterráneo, así como daños importantes en la losa de concreto debajo de la plataforma de la piscina. El autor, Frank Morabito, escribió que el deterioro se “expandirá exponencialmente” si no se repara en un futuro cercano.

Pero Ross Prieto, entonces el principal funcionario de construcción de Surfside, se reunió con los residentes el mes siguiente después de revisar el informe y les aseguró que el edificio estaba “en muy buenas condiciones”, según las actas de la reunión publicadas por la ciudad el lunes.

Reuters no pudo comunicarse con Prieto, quien ya no es empleado de Surfside. Le dijo al periódico Miami Herald que no recordaba haber recibido el informe.

El informe del ingeniero fue encargado antes de que el condominio buscara la recertificación, un proceso requerido para edificios que alcanzan los 40 años desde la construcción. La torre fue edificada en 1981.

Una estimación preparada por Morabito Consultants en 2018 calculó el costo de las reparaciones en 9,1 millones de dólares, incluida la electricidad, la plomería y el trabajo en la fachada.

Guillermo Olmedillo, administrador de la ciudad de Surfside en 2018, dijo a Reuters que no recordaba haber escuchado sobre algún problema relacionado con la torre según el informe del ingeniero.

“Lo último que supe fue que todo está bien, informó el funcionario de la construcción”, dijo.

Pero Gregg Schlesinger, abogado y excontratista general que se especializa en casos de fallas en la construcción, dijo que estaba claro que las deficiencias identificadas en el informe de 2018 eran la principal causa del desastre.

Donna DiMaggio Berger, una abogada que trabaja con la asociación de condominios, sostuvo por su parte que los problemas señalados en el informe de 2018 eran típicos de los edificios más antiguos de la zona y no alarmaron a los miembros de la junta, que vivían en la torre con sus familias.

Con información de Reuters.

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