La postura de seguridad nacional de abrazar y no disparar balazos a los delincuentes parece ser seguida al pie de la letra por la gobernadora del Estado, Marina del Pilar, así como por la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero.
Así lo considera Carlos Atilano Peña, coordinador del Consejo de Organizaciones Ciudadanas Independientes (COCI), quien señaló la falta de resultados y coordinación en la entidad.
“Han dejado de lado su principal obligación como entidades municipales y estatales, que es la de dar paz y tranquilidad a los ciudadanos de Tijuana y Baja California”, dijo.
“La seguridad pública es parte esencial del bienestar de una sociedad y hoy por hoy el tejido social se ve cada vez más lastimado a partir de una ausencia de estrategia, nosotros lo que apreciamos es olvido y ausencia de estrategia”, recalcó.
En el Estado se han perpetrado arriba de 805 crímenes en los primeros cinco meses del año, mientras que Tijuana acumula más de 700 homicidios en el mismo periodo.
La delincuencia organizada, lejos de ceder en fuerza, ha incrementado la impunidad con que se maneja, esto, según Atilano Peña, por la política de seguridad que dicta el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Esa narrativa donde los delincuentes tienen dignidad y son cuidados y respetados como cualquier ciudadano da un mensaje que desalienta al ciudadano que se mantiene al margen de la delincuencia, a las víctimas, estamos generando espacios de impunidad nunca antes vistos porque pareciera que la instrucción es permitir que la delincuencia lleve a cabo sus actividades ilícitas y no tocarlos”, advirtió.
Está permisividad hacía la delincuencia se torna cada vez más álgida en Baja California y Tijuana al presentarse crímenes diarios, feminicidios, asaltos, secuestros, ataques a las autoridades y otros hechos violentos de alto impacto.
“Si vemos el escenario de un Estado fallido sería precisamente en materia de seguridad, independientemente de otros temas como economía, el de empleo, el de educación, donde vemos que hay un Estado fallido es en materia de combate a la delincuencia”, apuntó.
“La realidad es que hay una crisis tremenda de seguridad en el Estado y en el municipio, hay que exigir que haya un compromiso de la autoridad en tiempo y forma de cómo, cuánto y de qué manera se nos van a mejorar las condiciones de paz y tranquilidad”, añadió.
Este último también criticó que Marina del Pilar y Montserrat Caballero solo muestren en redes sociales las acciones positivas que realizan en la entidad, dejando de lado el tema del peligro diario que tienen que lidiar los bajacalifornianos.
“Nos está gobernando la frivolidad, donde a base de videos, repartir sonrisas y corazones, se nos quiere crear otra realidad, nosotros sentimos que las autoridades no están siendo empáticas con la sociedad, con las víctimas de la delincuencia”, afirmó.
Ante el marcado vacío de poder de las autoridades es necesario mostrar la inconformidad que existe en torno a la situación violenta que vive la entidad y la ciudad, recalcó el coordinador del COCI.
“No es un tema de crítica, política-partidaria-electoral, es un tema social, donde estamos viendo que la inseguridad ya atenta contra nuestra democracia, sin seguridad no podemos desarrollar nuestras actividades comunes como profesionistas, trabajadores, empresarios, y el rol primario y compromiso de la autoridad es darnos seguridad y es algo que como sociedad debemos estar siempre exigiendo”, concluyó.
