Las autoridades ecuatorianas informaron este jueves que seis personas, todas ellas extranjeras, fueron capturadas en las últimas horas como presuntos autores materiales del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido la tarde del miércoles en Quito.

El ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que los seis detenidos pertenecen a un grupo de la delincuencia organizada, aunque no especificó a cuál.

En una rueda de prensa conjunta con el comandante de la Policía Nacional, general Fausto Salinas, y en la que no aceptó preguntas de los reporteros, el ministro dijo que al menos dos de los detenidos fueron vistos en el perímetro donde ocurrió el atentado, que se produjo cuando el candidato salía de un mitin en el auditorio de una escuela.

Zapata, ministro a cargo de la seguridad interior, señaló que tras el ataque a Villavicencio la policía allanó varios domicilios en el suroriental sector de Conocoto, en Quito, y el sur de la ciudad, donde fueron capturados los seis extranjeros que, según fuentes judiciales, son de nacionalidad colombiana.

Según Zapata, en los allanamientos se encontraron un fusil, una subametralladora, cuatro pistolas, tres granadas, dos cargadores de fusil, cuatro cajas de munición, dos motocicletas y un vehículo reportado como robado, en el que presuntamente se movilizaban los miembros del grupo delictivo.

Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía, institución encargada de investigar el caso.

Familiares de Villavicencio denunciaron que “falló” la seguridad que había dispuesto el gobierno para proteger al candidato y demandan una investigación exhaustiva sobre ese hecho.

También refirieron que apenas la semana pasada, el aspirante presidencial había denunciado amenazas de muerte por parte del narcotraficante José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, principal aliado del Cártel de Sinaloa en Ecuador y jefe de la banda Los Choneros.

Las autoridades no se han referido a esa línea de investigación que, según medios ecuatorianos, está en desarrollo.

El general Salinas, jefe de la policía, dijo que el candidato contaba con tres cercos de seguridad, compuestos por siete policías y un equipo del escuadrón antidisturbios, lo que fue refutado por familiares de la víctima.

Nadie ha explicado, hasta ahora, por qué sus escoltas decidieron subirlo a una camioneta sin blindaje al terminar el acto de campaña. Tampoco, por qué un sicario que murió el miércoles tras sufrir heridas de bala en el atentado fue llevado a una unidad de la Fiscalía –donde falleció– y no a un centro médico.

De Reuters.

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