Problemitis es un término reciente que describe la urgencia falsa para resolver una situación pendiente. En su concepto brillan principalmente el aprovechamiento político y el juego mediático de las palabras.

—Le dio Problemitis —deberíamos sarcásticamente decir cuando un líder social sale de su cueva para aprovechar una situación pública en los periódicos, por ejemplo.

En la práctica bajacaliforniana, sin embargo, pocos políticos usan la urgencia de los problemas desde el poder. Primero porque no les interesa, y segundo porque le dejan a los grupos opositores la función de apagafuegos, y el papelón que significa.

Por eso, posiciones como la del Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara Nacional de Comercio o la Asociación de la Industria Maquiladora se han quedado cortas en la exigencia coordinada, apostándose en el tablero político únicamente cuando la situación gubernamental afecta sus intereses, y entonces les llega la Problemitis.

El más activo de todos los sistemas autónomos de oposición es el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y, claro, a diario tienen material, oportunidades e informes suficientes para quejarse de la situación.

Asesinato en Tijuana. FOTO: CHRISTIAN SERNA /CUARTOSCURO.COM

Y aunque se supone que la seguridad es un consenso unánime de relevancia para los empresarios y representantes bajacalifornianos, ellos no se han aglutinado contra el sistema político con la firmeza que deberían.

Les da la Problemitis y mandan dos comunicados inconformes que al final no defienden nada. No aparecen en grupo, pero sí asisten a las reuniones de Coordinación que organiza el Ejército. En momentos críticos salen y se quejan, pero no se apoderan de la sociedad o de sus intenciones e intereses, sino de las portadas de los periódicos por un par de días nada más.

En resumen: temen poner la cara por la causa y sólo se dejan apreciar para la foto cuando la situación exige que deben hacerlo.

Más frivolidades

El sábado pasado publicamos una columna sobre la actitud frívola de la gobernadora en momentos de crisis policíaca.

Por la tarde recibimos la llamada de una persona cercana a Marina del Pilar, para precisar una fecha que originalmente manejamos. Verificamos la información con gusto porque pensamos que habían prestado atención a lo publicado.

Supusimos entonces que la gobernadora tomaría la crítica con firmeza y que consideraría dos veces antes se seguir utilizando recursos públicos -sus redes sociales- para hablar de su familia.

Sin embargo, ese mismo sábado por la noche:

La cosa continuó ayer lunes en la tarde:

Y hoy martes por la mañana, Marina del Pilar todavía andaba con frivolidades:

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí