Amnistía Internacional se sumó al repudio por el asesinato de un estudiante de la Universidad de Guanajuato (UG), por parte de un elemento de la Guardia Nacional, y recordó que lo ocurrido este miércoles 27 “no es un hecho aislado”.

Tras urgir a la Fiscalía General de Guanajuato a “investigar los hechos conforme a los más altos estándares de derechos humanos”, la organización recordó que en 2010 “integrantes del Ejército Mexicano asesinaron a los estudiantes del Tec de Monterrey, Jorge (Mercado) y Javier (Arredondo), durante un operativo de seguridad”.

En su cuenta de Twitter, la organización alertó que contrario a los estándares internacionales de derechos humanos, que establecen que la seguridad pública debe “estar en manos de personal civil”, velar por la “integridad y derechos de las personas” y respetar los derechos humanos, la Guardia Nacional es “un cuerpo militarizado (que) actualmente realiza operaciones de seguridad pública”.

Apuntó que esos mismos lineamientos internacionales considerados en el informe de Amnistía “Uso de la fuerza”, marcan que “los Estados sólo pueden recurrir a las fuerzas militares en casos excepcionales y por un tiempo definido, de lo contrario implica un riesgo importante de que se incrementen las violaciones a los derechos humanos”.

La organización reiteró en su mensaje su oposición a la militarización de la seguridad pública en el país.

Ayer, un elemento de la Guardia Nacional disparó y dio muerte a un estudiante de la Universidad de Guanajuato e hirió a otra alumna de la institución, cuando se hacía un patrullaje sobre un ducto de Pemex, en Irapuato.

Según la corporación, el elemento actuó de manera unilateral al atacar a los estudiantes, que iban en una camioneta, en la comunidad El Copal, cerca de la sede de la Licenciatura en Agronomía de la Universidad de Guanajuato, donde estudiaba Ángel Yael Ignacio Rangel, de 19 años, el joven asesinado.

Con información de Proceso.

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