Organizaciones pro migrantes de Tijuana rechazaron las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos que permitirán la entrada de más venezolanos, haitianos, cubanos y nicaragüenses para solicitar permisos humanitarios.

Los activistas consultados compartieron que más allá de ser una política que pretenda solucionar las crisis en la frontera, es un método de dispersión al que no todos los migrantes podrán tener acceso por la serie de requisitos que se piden para ello.

Migrantes participan en una protesta contra la decisión de un juez federal de Estados Unidos de continuar con las restricciones de COVID-19, conocidas como Título 42, en el Puerto de entrada Terrestre de San Ysidro en la frontera entre Estados Unidos y México, en Tijuana, Mexico. 22 de mayo de 2022. REUTERS/Jorge Duenes

Soraya Vázquez, codirectora de la organización Al Otro Lado, dijo que no están de acuerdo en estas medidas porque “no es ni de lejos lo que Joe Biden había prometido, porque deja intactas estas políticas racistas e inhumanas como el Título 42, que fue impuesto por Donald Trump, pero que parece que Biden la apoya porque no ha decidido eliminarlo”.

Para la activista no le sorprende en lo más mínimo esta medida, pues reconoce que es algo que hicieron con los ucranianos, que instrumentaron con los venezolanos y que ahora “solo tiene como novedad” que se integran a los haitianos, cubanos y nicaragüenses.

Decenas de migrantes haitianos acudieron esta mañana a realizar fila afuera de las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) con la intención de obtener un documento que garantice su estancia migratoria en México. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

“No es más que un parole humanitario especial, pero no restablece la figura como tal del asilo de ninguna manera, sino al contrario, esta es una forma de someter a estas personas que están huyendo de sus países por diversas razones a una serie de requisitos que difícilmente cumplirán los más necesitados”, dijo.

Vázquez resaltó que este es un procedimiento que “en principio suena muy bien”, pero que en realidad es un proceso complejo y difícil al que las personas no podrán acceder fácilmente, principalmente porque resaltó que se requiere de tener habilidades tecnológicas para poder usar la aplicación del CBP.

“Pero lo más complicado son los otros requisitos, uno es que se tiene que aplicar sin haber atravesado países para llegar a la frontera; tienen que estar en su país de origen, tienen que tener un pasaporte vigente y estas personas que son de países con situaciones muy complejas pues no tienen y ni pueden sacar un pasaporte, lo cual será de entrada un requisito difícil de cumplir”, afirmó.

FOTO: AMELIA G. PIZAÑA/ CUARTOSCURO.COM

Agrego que otro requisito es que las personas deben tener un patrocinador en Estados Unidos, “al cual van a investigar”, porque debe tener una condición de estabilidad y posibilidad de recibirlos y mantenerlos durante un tiempo, sin embargo, “muchos de los más necesitados no tienen un familiar en esas condiciones”.

“Pensemos también en una familia de cinco personas, por ejemplo de Haití, ¿de dónde van a sacar recursos para comprar boletos para todos para volar directo a Estados Unidos, si de lo que están huyendo es precisamente de la pobreza? Eso es bien complicado”, recalcó.

Isman Plitnoc, es madre de un niño pequeño, originaria de Haití, quien junto con su esposo salieron a principios de 2021 de su país natal, debido a los conflictos sociales y la pobreza que impera en su país.

A mediados de 2022 ella fue deportada directamente hacia Haití, en donde durante siete meses estuvo sumida en una depresión por esa deportación, sin embargo, emprendió nuevamente la salida y hace un mes que está en Tijuana.

Sobre esta medida, dijo, “nos estamos informando bien para saber cómo podemos nosotros acceder, porque hemos tenido un camino muy difícil, mucha depresión y tristeza y sería injusto que por estar en esta frontera no pudiéramos ingresar”, sentenció.

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