WASHINGTON, 9 feb (Reuters) – El histórico juicio de destitución de Donald Trump por una acusación de incitación a un asalto el mes pasado contra el Capitolio comenzó el martes, convirtiendo al republicano en el primer expresidente de Estados Unidos en ser juzgado en el Senado.

Los demócratas de la Cámara de Representantes que actúan como fiscales abrieron su caso mostrando un video de partidarios de Trump arrollando violentamente a la policía en el Capitolio en el ataque del 6 de enero, después de que él había animado a la gente en un discurso a “luchar como un demonio” para revertir su derrota electoral del 3 de noviembre.

El video mostraba a los partidarios de Trump derribando barreras, golpeando a los agentes de policía y en un momento dado diciendo a uno: “Los superamos en número un millón a uno aquí, fuera”.

Condenar a Trump requeriría una votación de dos tercios en la cámara de 100 miembros, lo que significa que al menos 17 republicanos tendrían que unirse a los 48 demócratas del Senado y dos independientes para votar contra Trump. Una meta muy ambiciosa.

En el asalto al Capitolio, la turba atacó a la policía, hizo que los legisladores corrieran en busca de refugio e interrumpió la certificación formal por parte del Congreso de la victoria del presidente Joe Biden, después de que Trump pasara dos meses impugnando los resultados de las elecciones. Cinco personas murieron, incluido un agente de policía.

El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, dijo que la acusación contra Trump representa “los cargos más graves jamás presentados contra un presidente de Estados Unidos en su historia”.

Trump, un republicano, fue imputado por la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, el 13 de enero por un cargo de incitación a la insurrección, convirtiéndose en el único presidente que ha sido impugnado dos veces y en el único expresidente que se enfrenta a un juicio en el Senado.

Antes del ataque, Trump afirmó falsamente que el fraude electoral generalizado le hizo perder las elecciones frente a Biden.

El congresista demócrata Jamie Raskin, que lidera la acusación, dijo que los presidentes tendrían una “excepción de enero” que les permitiría violar la ley con impunidad en el último mes de su mandato si los senadores no condenan a Trump.

“La excepción de enero es una invitación a la peor pesadilla de nuestros fundadores (…) Nos arriesgamos a permitir que el 6 de enero se convierta en nuestro futuro”, dijo en el juicio, en el que los senadores actúan como jurados.

Los abogados defensores planean argumentar el martes que sólo un presidente en funciones puede enfrentarse a un juicio de destitución.

Pero la mayoría de los expertos legales dicen que un juicio es constitucional después de que un funcionario ha dejado el cargo, dijo el profesor de derecho de la Universidad Estatal de Michigan, Brian Kalt, un destacado estudioso de las impugnaciones.

Se espera que los demócratas del Senado se impongan en la votación del martes sobre la constitucionalidad del juicio. Un esfuerzo republicano para bloquear el juicio por esos motivos fue derrotado 55-45 el mes pasado.

El juicio se está celebrando con una seguridad extraordinaria en torno al Capitolio, que incluye fuerzas de seguridad armadas y un perímetro de vallas y alambre de cuchillas.

El juicio podría dar pistas sobre el rumbo del Partido Republicano tras los tumultuosos cuatro años de presidencia de Trump. Han surgido agudas divisiones entre los leales a Trump y los que esperan que el partido tome una nueva dirección. Mientras tanto, a los demócratas les preocupa que el juicio pueda obstaculizar la capacidad de Biden para avanzar rápidamente en una ambiciosa agenda legislativa.

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