“Se filtró información que el valle ahora en diciembre va a estar que arde”, “…quieren recuperar Algodones, lo tienen los Salazares, el 57, porque por ahí bajan avionetas del Golfo”, “…limpiar la plaza, así que si no tienen nada a que ir al valle o andar en la calle, ni salgan”. Son fragmentos de los mensajes que agricultores, ganaderos, algodoneros, alfalferos, regadores de tierras, ejidatarios y residentes de la zona rural de Mexicali compartieron a inicios de este mes. El Valle está caliente, dicen, y viven angustiados.

Apro realizó un recorrido por varias zonas del Valle de Mexicali, que en los años veinte y treinta del siglo pasado contaba con la mejor cosecha de algodón del mundo. Su distintivo actual son los retenes carreteros del crimen organizado, el cobro de piso, los levantones y los enfrentamientos…

Campos de algodón del Valle de Mexicali.

El pasado 11 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Baja California. En la ciudad de Tijuana, al concluir la reunión del gabinete de seguridad, aceptó en conferencia de prensa:

“Sí nos preocupa mucho y nos ocupa, porque no están bien los resultados”. Se refería a la situación del Valle de Mexicali.

A los cinco días de la visita del presidente, pareció arrancar el plan especial al que hizo referencia: la presidenta municipal de Mexicali, Norma Bustamante, destituyó al director de Seguridad Pública y el Cabildo designó en su lugar a Pedro Ariel Mendívil García, exfiscal regional para Mexicali de la Fiscalía General del Estado (FGE).

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Mendívil, quien tenía dos años en la fiscalía regional, reveló cuatro rutas de trasiego de droga en el municipio: la zona norte del Valle de Mexicali; el corredor de Guadalupe Victoria a Estación Coahuila (conocidos como Kilómetro 43 y Kilómetro 57); los ejidos Chiapas I y Chiapas II; y el corredor de la carretera hacia San Felipe. También dijo que ya tiene identificados a dos grupos criminales responsables de generar la violencia en el valle.

Se refirió a los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “Los Chapitos”, por quienes la DEA ofrece 5 millones de dólares y que tienen a su servicio a los Salazar. Ellos trabajan con las bandas locales encabezadas por El Pía, originario de Estación Coahuila (Proceso 2338, del pasado 22 de agosto).

El otro grupo lo encabeza Ismael El Mayo Zambada, quien tiene al frente de la plaza del Valle de Mexicali y de la ciudad de Mexicali a José Alexander Sánchez Félix, El Ruso, cuyos lugartenientes son El Isra y El Tochin, también originarios de Estación Coahuila.

Los dos grupos forman parte del Cártel de Sinaloa, pero El Mayo y Los Chapitos buscan controlar la ciudad de Mexicali, su zona rural y el Golfo de Santa Clara, poblado del estado de Sonora que colinda con el Valle de Mexicali.

El mapa

Durante el recorrido de Proceso por el Valle de Mexicali, agricultores, ganaderos, ejidatarios y pobladores señalaron las zonas más peligrosas, donde hay retenes instalados por grupos criminales, se hacen cobros de piso y donde “bajan” las avionetas cargadas de fentanilo, metanfetaminas, cocaína y armas.

En la zona norte del valle, colindante con Estados Unidos, los pobladores consultados indicaron como peligrosos los poblados y ejidos Villa Zapata, Nezahualcóyotl, colonia Bórquez (atrás del Aeropuerto Internacional de Mexicali), Irapuato y Yucatán: “Todo esto es conocido como la zona arenosa”. Desde ahí se puede ver el muro fronterizo.

Por las poblaciones mencionadas se puede seguir la carretera ocho hasta llegar a la ciudad sonorense de San Luis Río Colorado, controlada por Los Chapitos. “La zona arenosa es crucial para el tráfico de migrantes”, aclaran las fuentes.

En la zona noreste del valle se encuentran el poblado fronterizo de Algodones (al que se refieren los agricultores en los mensajes citados al principio del reportaje), así como Ciudad Morelos, Cuervos y Tecolotes, hasta llegar al ejido Hermosillo.

Muy cerca de Algodones están los poblados sonorenses San Luis Río Colorado y Golfo de Santa Clara. Éste lo dominan totalmente Los Chapitos; ahí tienen su base de operaciones Los Salazar y El Pía.

Al recorrer el segundo, en costas del Mar de Cortés y que hacia el sur conecta con el puerto de Guaymas, se vio a sicarios andar armados abiertamente en la calle principal.

Muy cerca del ejido Hermosillo, más al sur de este bloque de poblados, se ubican los ejidos Chiapas I y Chiapas II, considerados por el nuevo director de Seguridad Pública, Ariel Mendívil, como una de las zonas de trasiego de droga.

La cuarta zona que Proceso recorrió, descrita por los ejidatarios como “la más peligrosa y caliente”, es el sur del Valle de Mexicali. Se trata del corredor del Ejido Durango, el poblado La Puerta y la Colonia Carranza, además del ejido Guadalupe Victoria o Kilómetro 43, hasta la Estación Coahuila o Kilómetro 57. Este último poblado es un dominio del Mayo Zambada y está bajo la tutela del Ruso, quien tiene ahí una de sus casas, además del Isra y El Tochin (se omite el nombre de pila de éstos porque no tienen procesos abiertos por formar parte del crimen organizado).

Enfrentamientos, cobros de piso…

Valle de Mexicali. FOTO: TERCERO DÍAZ /CUARTOSCURO.COM

Aunque las bandas criminales tienen presencia en el Valle de Mexicali desde hace más de 15 años, según relatan ejidatarios locales, la violencia se ha disparado en los últimos tiempos, en especial desde que Los Chapitos y El Mayo se dividieron.

Relatan que hace seis meses, integrantes del crimen organizado doblegaron a las autoridades ejidales y locales de Algodones, Cuervos y Hermosillo para que los dejaran operar. “Eso implica que no digan nada cuando bajan las avionetas”, relata uno de los agricultores.

También describen cómo, a la orilla de los canales de riego, los jornaleros suelen hallar luces “usadas para alumbrar los aterrizajes”. Basta un camino de terracería de 300 metros, dicen, para que una avioneta aterrice y se descargue la droga. “Por eso dejan las luces a las orillas de los canales. Antes no se metían con la gente, pero ahora hasta se roban los tambos de ácido sulfúrico que se usa para mejorar la tierra, pues ellos lo utilizan para hacer sus cocinas”.

Pobladores de Cuervos también lo han visto: “Pasas el panteón y te vas como si fueras a la carretera a San Luis Río Colorado y ves cómo ahí aterrizan las avionetas”. También han sido testigos de cómo grupos rivales “a veces tiran algunas avionetas”.

El 21 de julio pasado, cerca de la medianoche, una avioneta Cessna con dos tripulantes se impactó en pleno valle, incendiándose. Fue entre los ejidos Michoacán de Ocampo y Nuevo León, muy cerca de la geotérmica del Cerro Prieto, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad.

Cerca del lugar se encontraron casquillos de armas de grueso calibre y un ala intacta con la matrícula XB-RKI. Las autoridades informaron al respecto, pero corre la versión de que la avioneta venía de Estados Unidos cargada de armas y fue derribada por un grupo criminal.

El mismo día, en Tijuana, se localizó una bodega con 260 kilos de cocaína y 900 mil dólares en efectivo. Oficialmente se informó que elementos de la policía local y elementos federales detuvieron a seis personas originarias de Sinaloa.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó en un comunicado que el pasado 23 de noviembre, cerca de las tres de la tarde, al vigilar el espacio aéreo “se detectó una aeronave que sobrevolaba en forma ilícita”. Se desplegó un equipo “para cubrir las probables áreas de aterrizaje… Se pudo determinar que la aeronave aterrizaría en el ejido Hermosillo, Mexicali, BC”.

Efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y de la FGE arribaron al lugar, deteniendo al piloto y al copiloto. La avioneta Cessna con matrícula XB-JKK llevaba en un ala 161 paquetes de cocaína y 55 de fentanilo, con un peso total de 40.475 kilogramos, así como 40 mil dólares. Según el comunicado de la Sedena, la aeronave procedía de Los Mochis, Sinaloa.

Además de los dos grupos criminales dominantes, en el Valle de Mexicali operan pandillas menores a las que los vecinos acusan de “cobrar piso y secuestrar”, aunque no descartan que también estén al servicio de los cárteles. Pobladores de Cuervos, Tecolotes y La Puerta comentan que este mes se empezó a cobrar derecho de piso a algunos negocios.

En La Puerta no sólo extorsionaron a la única tortillería, que abastece directamente al público y a algunos supermercados, sino que también balearon su fachada. Según el semanario Zeta, a finales del mes de septiembre los narcos le exigieron 35 mil dólares al dueño para “no destruir” el negocio ni afectar a los trabajadores o a los propietarios.

Poco antes, en el mismo poblado perteneciente a la delegación Venustiano Carranza, por la carretera que lleva al puerto de San Felipe fue secuestrada la hija de los propietarios de otro negocio. La familia pagó el rescate –los pobladores comentan que fueron 50 mil dólares– y lograron recuperar a la joven.

Con información de Proceso.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí