Por Eldo
El equipo de paso
La semana pasada el Club Tijuana Xoloitzcuintles de Caliente finalmente tomó la decisión que la mayoría de su afición pedía y veía venir: despidió a su director técnico Robert Dante Siboldi.
En un breve comunicado oficial el Club informó simplemente que el uruguayo dejaba el cargo, al tiempo que agradecieron a él y a su cuerpo técnico por su esfuerzo. El mensaje de siempre cuando se termina una relación laboral de este tipo en los equipos mexicanos.
Con este corte a un nuevo proceso, los Xolos suman ya 13 técnicos en su aún corta historia de 10 años en el máximo circuito del futbol mexicano, que incluye su único título, conseguido en diciembre del ’12 en el Estadio Nemesio Díez.
Cómo olvidarlo, si aquella noche fue el inicio de una gran propaganda política de cara a las elecciones del año entrante en Baja California, con la cúpula del PRI bajacaliforniano en las gradas: los alcaldes de Tijuana y Ensenada en ese entonces, Carlos Bustamante y Enrique Pelayo, respectivamente, y por supuesto el Tigre Blanco. Algo que a más de uno hizo dudar si aquel campeonato era legítimo, considerando que el Estado de México era gobernado por Eruviel Ávila, también del PRI, y que Enrique Peña Nieto, unos meses antes gobernador de Edomex, ahora era el presidente de la nación por el partido tricolor. Suspicacias.
Volvamos al futbol. Desde ese entonces el Club Tijuana solo ha tenido dos directores técnicos que han marcado un estilo para quedarse en la memoria de la afición: el propio Antonio Mohamed, quien no solo consiguió el primer título en la historia de la franquicia más joven de la Liga MX, sino que apenas unos meses antes había conseguido salvar al equipo de perder la categoría y regresar al circuito de ascenso.
Incluso podríamos hablar de una especie de época en la gestión del ‘Turco’, ya que también es recordado por su gran actuación en la Copa Libertadores ’13 al eliminar al legendario Palmeiras, y por haberse quedado a un gol de avanzar a las semifinales dejando fuera al Atlético Mineiro de Ronaldinho en Bello Horizonte, la noche en que Duvier Riascos fue héroe y villano, poniendo primero el gol de la ventaja, y después fallando un penal. A la fecha no creo que la afición xoloitzcuintle alcance a dimensionar la importancia de lo que su equipo hizo en una de las últimas participaciones de México en la copa más importante de todo el continente americano.
El otro DT en consolidar una identidad y estilo de juego es Miguel Herrera. Qué curioso que ambos sean amigos y excompañeros en aquel mítico Toros Neza. En su paso por la frontera el ‘Piojo’ logró que el equipo mostrara un juego vistoso y sólido en defensa, con lo cual consiguieron el liderato general dos torneos seguidos. Incluso Dayro Moreno se consolidó campeón goleador en el Apertura ’16. Pero el eterno interés de Miguel por siempre ver el plato de la otra mesa lo llevó a iniciar negociaciones con el Club América cuando aún era parte del xolaje y eventualmente se marchó.
Así, el Club Tijuana ha sido un vivo reflejo de la frontera a la que pertenece, con el único diferenciador que en la institución —salvo en los equipos inferiores— la gente no ‘echa raíz’ como sucede en la ciudad; y eso porque los dueños no lo permiten.
En cuanto a dirección técnica es bien sabido que los jefes del equipo fronterizo son de poca paciencia, es por ello que si el timonel no da resultados en un torneo difícilmente vuelve para el siguiente; y si vuelve, no lo concluye.
Y en cuanto a los jugadores no es que no tengan paciencia, sino que regularmente sus scouts en Sudamérica tienen tan buen ojo que sus refuerzos terminan siendo figuras rápidamente, provocando que otros equipos busquen sus servicios. Un negocio que ha resultado muy redituable para la directiva xoloitzcuintle durante su estadía en Primera División. De momento se me vienen a la mente Dayro Moreno —que en su primera etapa ni siquiera quería venir a Tijuana, hasta el grado de ausentarse días de más en sus vacaciones en Colombia de cara al Clausura ‘12—, Egidio Arévalo, Christian Pellerano, Pablo Aguilar, Darío Benedetto, y Gustavo Bou.
Quizá la directiva no haya dimensionado que este tipo de movimientos solo generan un tipo de negocio: el traspaso de jugadores. Pero merman el otro lado de la moneda: el ingreso económico por abonos y boletaje. Ya que más aún, la ausencia de jugadores con los cuales identificarse genera una falta de sentido de pertenencia en una ciudad en la cual la afición en muchas ocasiones tiene dos equipos, considerando que pueden ser de otras partes del país, y que antes de 2011 en Tijuana no había equipo de futbol en Primera División.
Se rumora que el Club Tijuana planea traer de regreso al ‘Turco’ Mohamed, en lo que sería el primer reencuentro de la institución con alguno de sus ex técnicos, justamente con el que los puso en el mapa internacional. De concretarse, quizá su retorno también traiga de vuelta a aquellos fieles que veían a Javier Gandolfi en un ídolo tijuanense, y que corearon todos los goles de la dupla entre la ‘Culebra’ y el ‘Neymar ecuatoriano’.
Sin ‘esquivar’ LA obligación
Desde que inició la temporada ’21 de la MLB Los Angeles Dodgers recibieron la etiqueta de favoritos para llegar a la Serie Mundial y refrendar su título, considerando que han estado presentes en tres de las cinco últimas ediciones, que desde 2013 siempre habían ganado la División Oeste de la Liga Nacional, y que por supuesto son un gran equipo en todas sus filas.
A sabiendas de que retener un campeonato no es fácil, en febrero de este año reforzaron su bullpen firmando al ganador del premio Cy Young en la temporada pasada, Trevor Bauer —a quien por cierto la Liga extendió una licencia administrativa en julio a causa de un procedimiento legal por violencia sexual—, y renovaron a Justin Turner. Para dar profundidad a su roster en mayo firmaron a Yoshi Tsutsugo y a la leyenda Albert Pujols. A diferencia de A.J. Preller, posterior al descanso por el Juego de Estrellas a la dirigencia angelina no le tembló la mano para subir la oferta económica y firmar al tres veces ganador del Cy Young, Max Scherzer, que venía en una especie de combo 2×1 con el shortstop Trea Turner, quien terminó la temporada regular como ‘Champion Bat’ de la Nacional.
A Los Ángeles nunca les ha pesado saber que los analistas los mantienen como el equipo a vencer en toda la Liga Nacional —a pesar de que San Francisco haya sido el campeón divisional—, que su afición quiere el segundo título consecutivo, y que una parte de la fanaticada siempre quiere verlos perder. Por el contrario, asumieron su rol de campeones defensores y desde abril siempre se mantuvieron en puestos de playoffs.
El miércoles por la noche en un juego sumamente parejo, en el que tal como lo pidieron algunos de sus fans inició Max Scherzer y le sacaron 94 picheos en cinco entradas, los Dodgers se impusieron de la manera más dramática ante los Cardenales de San Luis en el juego del Wild Card. Después de haberse mantenido 1-1 desde la cuarta entrada, Chris Taylor se mandó un walk off home run en el noveno inning para el regocijo de los fans, alzándose con el triunfo que ahora los llevará a enfrentar al que fue su rival directo durante toda la temporada en la pelea por el liderato de la División Oeste: los Gigantes de San Francisco.
Hoy (viernes) por la tarde-noche tendremos el primer duelo divisional entre Giants y Dodgers, una de las rivalidades más antiguas en la historia de la Mayor League Baseball, de cuando ambos se ubicaban en el Estado de Nueva York. Y aunque los analistas dicen que desde su cambio a la costa Oeste el encuentro bajó de intensidad, ahora mismo son los dos mejores equipos de la Liga Nacional, por lo que el espectáculo está garantizado.
Así los Dodgers continúan su camino hacia la Serie Mundial y posiblemente un segundo título consecutivo, de la mano de un manager con el cual la afición mantiene una relación de amor y odio sin tintes medios. El equipo está donde todos pensábamos que estaría desde antes que iniciara la temporada regular. Lo normal.
Casi dos años después
El pasado martes inició ‘la pelota de invierno’ con la Temporada 2021-22 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), que tuvo como funciones inaugurales los enfrentamientos entre Venados y Tomateros, Sultanes y Charros, y por supuesto, Águilas y Naranjeros.
Baja California continúa vibrando con las emociones del béisbol, ahora de la mano de las Águilas de Mexicali que de visita en Hermosillo se llevaron una paliza de 8-0, pero que el jueves por la noche respondieron para dividir la serie con marcador de 5-2 en El nido de los Águilas.
Además de la alegría que produce en la fanaticada el hecho de que el máximo circuito del béisbol invernal se mantenga de manera ininterrumpida, sin duda muchos esperábamos la campaña de este año. Sobre todo esperando que todo marchara bien con la vacunación contra el COVID-19, para finalmente volver a los estadios después de casi dos años.
Recordemos que en la temporada 21-22 ocho de los 10 equipos fueron autorizados para recibir público bajo estrictos protocolos de sanidad y distanciamiento social —mismos que fueron rotos alrededor de la quinta entrada, más o menos cuando la cerveza empieza a desinhibir al aficionado—, exceptuando a Sultanes y Charros. Incluso a días de iniciar la actividad el Gobierno del Estado de Baja California instruyó a los Águilas jugar sus partidos de local a puerta cerrada ante el aumento de casos positivos a este virus en la entidad.
Ahora, con la mayoría de la población vacunada en las 10 ciudades que integran las sedes de la LMP, se ha dado luz verde para que la afición pueda ingresar a los estadios con un poco más de aforo de lo que se permitió el año anterior.
Esperemos que la gente continúe comportándose a la altura, como lo han hecho en estos primeros días de juego, respetando las medidas de seguridad y distanciamiento, para evitar cualquier tipo de altercado, y prevenir algún posible contagio al interior de los inmuebles. Vamos a ver si por estos días ando por allá.
P.D.: el lunes sí que tronó, especialmente en el So-Fi Stadium.