Los teléfonos de 65 políticos proindependentistas de Cataluña, sus abogados y activistas de ese entorno fueron infectados en 2020 con el sistema israelí de espionaje Pegasus, según detalla este lunes The New Yorker a partir de una investigación de Citizen Lab, el grupo de expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto

El actual presidente de Cataluña, Pere Aragonès, fue una de las víctimas de este espionaje, con la infección de su teléfono con este software espía.

Escribió en su cuenta de Twitter: “Este software de espionaje sólo puede ser adquirido por los Estados. El gobierno debe dar explicaciones de inmediato y llegar hasta el final. No valen excusas. Espiar a representantes de la ciudadanía, abogados o activistas por los derechos civiles es una línea roja”.

Otros espiados son los expresidentes Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra. También fueron espiados el líder de Bildu (País vasco), Arnaldo Otegi y el diputado Jon Iñarritu.

Los expertos canadienses resaltaron que hasta la fecha es el grupo con más víctimas en un caso de espionaje que han detectado. Los 65 personajes identificados por medios de tecnología de punta son objetivos del espionaje están todos vinculados al proceso de independencia de Cataluña. Los anteriores casos muy numerosos en los que trabajó Citizen Lab es el de Al Jazeera (con 36 víctimas) y disidentes en El Salvador (35 víctimas).

Al entorno de Carles Puigdemont incluyó a su abogado Gonzalo Boyé y a su amigo y cercano colaborador, el empresario Joan Matamala, un asistente en el Europarlamento y su esposa, Marcela Topor.

Según la información, el teléfono del abogado de Boyé fue atacado hasta en 18 ocasiones entre marzo y octubre de 2020, y en una de ellas logró acceder a toda la información del terminal.

Pegasus, la potente herramienta de espionaje –que ha sido utilizado en México— puede convertir el teléfono celular en una grabadora de toda su actividad, se puede activar de forma remota el micrófono, la cámara, el GPS y tener acceso de toda la información del propietario.

El software es propiedad de la empresa NSO Group, actualmente declarada en quiebra, y siempre ha afirmado que este software solo lo vende a gobiernos legítimos para ser utilizado para el combate del crimen y el terrorismo.

Sin embargo, en un número importante de países ha sido utilizado para espiar a los adversarios políticos de los gobiernos, a periodistas y activistas.

En la lista de políticos espiados están de todo el arco político, desde Esquerra republicana de Catalunya (ERC), Junts, PDeCAT, CUP y PNC, así como dirigentes de asociaciones civiles como Òmnium y Asociación Nacional Catalana.

Entre 2018 y 2020, mientras ejercía la presidencia de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Torra, su teléfono fue atacado en ocho ocasiones.

El caso provocó que se abriera una investigación en un juzgado de Barcelona, pero hasta ahora no ha arrojado luz sobre quién encargó el hackeo de los teléfonos de los republicanos Roger Torrent y Ernest Maragall, quienes sospechan del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Ninguna autoridad española quiso responder a las preguntas de The New Yorker sobre este espionaje, señala la publicación.

Con información de Proceso.

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