La respuesta de la policía al tiroteo en una escuela primaria donde murieron 19 niños y dos profesores condujo a “un fracaso ignominioso” en el que un comandante antepuso la vida de los oficiales por sobre la de los menores, dijo el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw.

“Existe evidencia convincente de que la respuesta de las fuerzas del orden público al ataque en Robb Elementary constituyó un fracaso ignominioso y la antítesis de todo lo que sabemos”, dijo el martes McCraw.

Las acciones de la policía después de que el hombre armado ingresó a la Escuela Primaria Robb de Uvalde y comenzó a disparar han sido objeto de un escrutinio minucioso, y muchos padres y familiares expresaron una profunda indignación por la forma en que se abordó el ataque.

Tiroteo en primaria de Uvalde. REUTERS/Marco Bello

Días después del tiroteo, el Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que hasta 19 oficiales esperaron más de una hora en un pasillo fuera de las aulas 111 y 112 antes de que un equipo táctico liderado por la Patrulla Fronteriza finalmente ingresara. McCraw reiteró estas afirmaciones en la audiencia del martes.

La puerta del salón de clases en la escuela primaria no estaba cerrada con llave, incluso aunque la policía dijo que esperaba destrabarla, y no había evidencia de que algún oficial hubiera intentado comprobar si el salón estaba sellado, dijo McCraw en una audiencia en el Senado de Texas para abordar los detalles del tiroteo del 24 de mayo.

“No creo, según la información que tenemos en este momento, que la puerta haya estado asegurada”, agregó el director. “Él (el atacante) no tenía llave (…) y no podía cerrarla por dentro”.

“Los oficiales tenían armas, los niños no tenían ninguna. Los oficiales tenían chalecos antibalas, los niños no tenían ninguno. Los oficiales tenían entrenamiento, el sujeto no tenía ninguno. Una hora, 14 minutos y ocho segundos: ese fue el tiempo que los niños y maestros esperaron en el salón 111 para ser rescatados”, dijo el director McCraw.

“Tres minutos después de que el sujeto ingresara al edificio oeste, había una cantidad suficiente de oficiales armados con chalecos antibalas para aislar, distraer y neutralizar al sujeto”, explicó.

“Lo único que impidió que un pasillo de oficiales dedicados ingresara a las salas 111 y 112 fue el comandante en la escena, quien decidió anteponer la vida de los agentes sobre la de los niños”, remarcó el funcionario en la audiencia.

McCraw dijo que el comandante de la escena, el jefe de policía de las escuelas de Uvalde, Pete Arredondo, “esperó la radio y los rifles, y esperó los escudos y esperó al SWAT”.

Arredondo dijo a principios de este mes que nunca se consideró el comandante de los incidentes de la escena del tiroteo y que no ordenó a la policía que se abstuviera de allanar el edificio.

Arredondo dijo al Texas Tribune que dejó sus dos radios afuera de la escuela porque quería tener las manos libres para sostener su arma. Afirmó que pidió equipo táctico, un francotirador y llaves para entrar, y se mantuvo alejado de las puertas durante 40 minutos para evitar provocar ráfagas de disparos.

Con información de Reuters.

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