LOS YUNGAS, Bolivia, 23 ene (Reuters) – Abejas de los valles semitropicales de los Yungas de Bolivia están encontrando en un santuario creado por una pareja un refugio contra la deforestación que está devastando sus colonias, a medida que avanza el cultivo de la hoja de coca en la región.
Durante una década el ingeniero zootécnico Eric Paredes y su esposa Cinthya Callisaya Yujra recorrieron las laderas húmedas y llenas de vegetación de los Yungas en búsqueda de panales para llevar a su ecoparque “Las Orquídeas”.
Allí los insectos prosperan en colmenas de madera, lejos de los productores agrícolas que las considerarían una molestia.
Las abejas mieleras ayudan a polinizar plantas que producen cerca del 70% de la comida consumida por humanos en el mundo, dijo el veterinario Paredes.
Pero muchos agricultores locales han talado bosques, como también eliminado la producción de cultivos alimentarios, para poder dedicarse a la lucrativa hoja de coca. Los pesticidas usados en la actividad cocalera también son dañinos para las abejas.
La coca es una tradicional planta de la región, fuertemente inserta en la cultura popular local. Se masca y también se usa para infusiones, como también para fines medicinales. Sin embargo, la hoja de coca también es un ingrediente clave en la elaboración de cocaína.
Si bien en los Yungas existen plantaciones legales de coca, la mayor parte de la producción cocalera en la región ubicada en el oeste de Bolivia es convertida en cocaína, según cálculos de Naciones Unidas. El país andino es el tercer productor mundial de la droga, después de Colombia y de Perú.
En tanto, alrededor del 60% de las 20.000 hectáreas del bosque de los Yungas se ha vuelto vulnerable y la población de abejas ha caído a la mitad, dijo Paredes. “Por ello nosotros (nos) sentimos en la obligación de seguir trabajando a favor de las abejas con tal de rescatar estas especies”, señaló.
Paredes y Callisaya Yujra están informando a agricultores locales sobre abejas y han logrado salvar a 10 especies nativas gracias a su ecoparque.
“El objetivo de este lugar es de convertir en una institución de investigación sobre abejas. No sólo de la Apis Mellifera, sino de todas las abejas nativas sin aguijón y así mismo poder transmitir estos conocimientos a diferentes regiones con el objetivo de poner valorar más a esta especie”, dijo Paredes.