CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La Estrategia Nacional de Vacunación contra el covid-19 anunciada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador el pasado 8 de diciembre fue modificada por el propio presidente para incluir de última hora a 20 mil maestros del estado de Campeche, decisión que dejó en lista de espera para inmunización a miles de paramédicos y personal sanitario de urgencias.

En una consulta realizada a la Plataforma para el Registro de la Vacunación del Personal de Salud que Labora en Áreas Covid, la vacunación contra covid-19 sólo prevé al personal de salud que trabaja directamente con personas contagiadas por el virus del SARS-CoV-2, pero no a la totalidad del personal sanitario que trabaja en los centros hospitalarios del país.

Un audio en poder de Proceso indica que también quedaron fuera del esquema inicial de vacunación, previsto para concluirse a finales de enero, los paramédicos y técnicos en urgencias médicas que prestan servicio en ambulancias de empresas privadas o en instituciones de asistencia pública, como la Cruz Roja.

La Oficina de Comunicación Social de la Cruz Roja explicó que para inmunizar a la totalidad de los voluntarios que prestan servicios de urgencia en todo el país se requerían 12 mil vacunas para la primera dosis.

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición sólo los médicos y paramédicos de la Cruz Roja que prestan auxilio en Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Tamaulipas, Coahuila, Aguascalientes, Sonora, Tabasco y Chihuahua habían recibido la primera dosis de la vacuna disponible hasta el momento, elaborada por Pfizer-BioNTech.

Hasta el momento la Cruz Roja tampoco ha podido inmunizar a los 250 médicos y personal de urgencias que atiende a las víctimas de accidentes que llegan al Hospital de Traumatología de Polanco, pese a que están expuestos a recibir a personas que pudieran estar enfermas de covid-19 sin siquiera saberlo o sospecharlo.

FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR / CUARTOSCURO.COM

Entre ocurrencias y el uso político

Malaquías López Cervantes, investigador del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, afirma a Proceso que la determinación del presidente de vacunar a los docentes de Campeche sin terminar de inmunizar al personal sanitario del país “es una barbaridad” y “una ocurrencia” que acredita la falta de un verdadero plan de vacunación del gobierno actual.

López Cervantes considera que una estrategia debería establecer “con claridad” la vacunación en las regiones del país que tienen una mayor propagación de la enfermedad, a fin de evitar que se sigan incrementando los contagios y con ello lograr una disminución en la mortalidad provocada por el covid-19 en el país.
Hasta el pasado viernes la epidemia del nuevo coronavirus había provocado en México el deceso de 147 mil 614 personas.

“Me parece que no existe un plan expresado con claridad, ni con metas específicas ni objetivos a lograr. Mientras eso no sucede, pues cualquier parche se lleva a cabo. Si de repente te sale la ocurrencia de vacunar a maestros o vacunar en la periferia, suena muy romántico, van y lo hacen, pero eso es darle un uso político a la vacunación y es incorrecto. Lo correcto es establecer con claridad los grupos de vacunación”, advierte López Cervantes.

Agrega que si las autoridades no pueden ser específicas sobre los grupos de vacunación, señalando solamente rangos de edad, como población mayor de 60 años, la Secretaría de Salud federal debería concentrar sus esfuerzos en las regiones y ciudades con mayor número de contagios y decesos, como el Valle de México, que en lo que va de enero ha acumulado 21 mil 810 decesos por el nuevo coronavirus.

“Hay que ver en dónde ocurren más casos, más muertes, y establecer estrategias para evitar la propagación de la enfermedad; y cuando se apague el incendio en esas áreas, se puede extender la cobertura lo más rápido posible, para que no pierda efecto la vacunación”, sostiene.

REUTERS / Edgard Garrido

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