“Es un avión de ataque, papá”, dijo uno de los hijos pequeños de David Téllez cuando vieron una nave militar mexicana aterrizando junto a su avión de pasajeros de Aeroméxico la madrugada del jueves.

Entonces los disparos comenzaron.

“Al acelerar para despegar, se oyeron los balazos muy cerquita del avión, que fue cuando nos echamos al piso todos”, relató Téllez luego del incidente en la norteña ciudad Culiacán.

La violencia estalló el jueves en toda la urbe después del arresto de Ovidio Guzmán, uno de los hijos del encarcelado capo de la droga Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Aeroméxico informó que nadie en el vuelo de Téllez resultó herido. El aeropuerto de Culiacán cerró poco después, mientras las fuerzas de seguridad patrullaban la ciudad, que estaba inundada de vehículos incendiándose, tratando contener la violenta reacción de los gatilleros del Cártel de Sinaloa.

Téllez, de 42 años, viajaba con su esposa e hijos, de uno, cuatro y siete años, luego de pasar la Navidad en familia.

Dijo que había llegado al aeropuerto para su vuelo de las 8:24 de la mañana sin incidentes, a pesar de encontrarse con bloqueos en su camino.

Aunque aún no se había confirmado el arresto de Guzmán, los guardias de seguridad instaron nerviosos a los viajeros a ingresar rápidamente.

“Las autoridades no estaban diciendo nada”, aseguró por teléfono.

Téllez se escondió en un baño del aeropuerto con su familia después de escuchar que pistoleros se encontrarían en el aeropuerto. El rumor resultó ser falso y los pasajeros de Aeroméxico abordaron rápidamente.

Sin embargo, justo cuando el vuelo AM165 a la Ciudad de México estaba a punto de despegar, una sucesión de aviones militares descendió en la pista de aterrizaje.

Téllez sacó su teléfono celular y grabó varios videos que muestran dos grandes naves de la fuerza aérea, aeroplanos de ataque más pequeños y camiones militares en la pista. Entonces los disparos comenzaron a resonar en la distancia.

Un video que circula en las redes sociales, que parece capturar el mismo incidente, muestra a los pasajeros agachados debajo de sus asientos mientras un niño llora.

Una azafata dijo que el motor había sido alcanzado por los tiros. La tripulación ordenó a los pasajeros que desembarcaran y los trasladó a una sala de espera sin ventanas en el aeropuerto.

No estaba claro quién disparaba a quién.

La familia de Téllez planea abordar otro vuelo el viernes, pero hasta entonces no quiere correr riesgos.

“Preferimos quedarnos en el aeropuerto hasta que sea seguro salir”, dijo. “La ciudad está peor. Hay muchas balaceras y mucho, mucho desconcierto”.

Info de Reuters.

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