Autoridades mexicanas anunciaron el viernes que otorgaron asilo político al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, refugiado en su embajada en Quito, un día después de que el Gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora mexicana en el país sudamericano.

Glas, condenado por corrupción, permanece en la legación diplomática de México en Ecuador desde que pidió asilo en diciembre, argumentando que está siendo perseguido por la fiscalía general. Inicialmente, la cancillería mexicana había dicho que el político estaba en calidad de “huésped”.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó en un comunicado que tomó la decisión tras “un análisis exhaustivo de la información recibida” y que se la comunicará oficialmente a las autoridades ecuatorianas, junto con una solicitud para que concedan el salvoconducto respectivo a Glas.

Para hacerlo, apeló a la Convención de Asilo Diplomático de 1954, un tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte, recordó. En el comunicado, la cancillería también criticó un dispositivo policial desplegado por las autoridades ecuatorianas en torno a su sede diplomática.

“Esto constituye un claro hostigamiento a su Embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, señaló.

Las autoridades de Ecuador habían pedido permiso a México para ingresar en el recinto y arrestar a Glas, quien fue sentenciado a seis años de prisión en 2017, luego de ser declarado culpable de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos gubernamentales.

“GANAS DE PELEAR”

Más temprano el viernes, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, dijo a una radio local que el despliegue de policías es parte de las acciones con las que Quito quiso expresar su disconformidad ante unos comentarios realizados el miércoles por López Obrador sobre los últimos comicios en el país andino.

El miércoles, el mandatario, un nacionalista de izquierdas conocido por el acrónimo AMLO, comparó el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el año pasado con la violencia reciente durante la actual temporada electoral en México, con varios candidatos locales asesinados a tiros.

Sin mencionar su nombre, señaló que la candidata Luisa González, de la corriente del expresidente Rafael Correa, fue vinculada injustamente con el asesinato de Villavicencio, y culpó a los medios de comunicación ecuatorianos de crear un clima en contra de la política y los calificó de corruptos.

En respuesta, Quito declaró persona non grata a la embajadora de México en el país, Raquel Serur, aunque aclaró que la medida “no significa romper relaciones diplomáticas”.

Consultado sobre la decisión ecuatoriana, AMLO atribuyó el viernes el incidente a las supuestas “ganas de pelear” del gobierno de Noboa con su administración, pero descartó una ruptura de lazos diplomáticos e informó que no iba a designar persona non grata al embajador de Ecuador en México.

Sin embargo, redobló sus comentarios, considerados una “intromisión en asuntos internos” por Quito, repitiendo la comparación y culpando a los medios de haber supuestamente manipulado las últimas elecciones ecuatorianas.

Según López Obrador, la Fuerza Aérea Mexicana enviará en las próximas horas un avión para regresar a Serur, que tiene 72 horas para abandonar Ecuador, explicó. La embajada quedará a cargo de diplomáticos de rango inferior.

De Apro.

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