El presidente Cyril Ramaphosa que los disturbios que azotaron Sudáfrica los últimos días están siendo controlados en la mayoría de las áreas afectadas, pero destacó que la destrucción le costará al país miles de millones de rand.
Ramaphosa se dirigió al país por los disturbios que estallaron en varias partes del país la semana pasada después de que su predecesor, Jacob Zuma, fue encarcelado por no comparecer en una investigación por corrupción.
Los disturbios degeneraron rápidamente en saqueos que destruyeron cientos de negocios y mataron a más de 200 personas, impulsados por la ira generalizada por la pobreza y la desigualdad que ha persistido durante casi tres décadas después del fin del gobierno de minoría blanca.
El mandatario sostuvo que la policía ha arrestado a más de 2.500 personas sospechosas de estar involucradas en incitar la violencia y que estos casos están siendo priorizados.
“Creemos firmemente que el despliegue de nuestras fuerzas de seguridad, que están trabajando junto con las comunidades y los interlocutores sociales en todo el país, podrá restablecer el orden y prevenir más violencia”, dijo Ramaphosa.
“Extinguiremos los fuegos que están ardiendo y apagaremos hasta la última brasa”, añadió.
El mandatario dijo que, con el pretexto de un malestar político, quienes están detrás de estos hechos han buscado provocar una insurrección popular.
“Han tratado de explotar las condiciones sociales y económicas en las que viven muchos sudafricanos”, dijo.
COSTOS DE LARGO PLAZO
El costo social y económico a largo plazo de los disturbios también se está aclarando, en medio de los llamados al gobierno a abordar los problemas subyacentes para evitar más violencia y desesperación.
El banco JPMorgan dijo que los disturbios llevarían a la economía de Sudáfrica a contraerse un 3% en el tercer trimestre y reducirían el crecimiento de todo el año.
El jefe de las fuerzas armadas, el teniente general Rudzani Maphwanya, al dirigirse a los soldados en Alexandra, Johannesburgo, dijo: “Ya no es solo crimen, esto es un sabotaje económico (…) Es una amenaza para nuestro pueblo”.
La Fundación Nelson Mandela, que busca preservar el legado del difunto líder de la lucha contra el apartheid y el primer presidente negro de Sudáfrica, dijo que la violencia ha crecido a “niveles inquietantes” en las últimas dos décadas.
“Hay demasiada gente que se siente desechada y desesperada, demasiada gente sin nada que perder, demasiada gente que ha visto a las élites políticas y de otro tipo en todos los niveles abusar de la ley con impunidad”, dijo la fundación.
Con información de Reuters.