Ningún bandido merece tanto amor, dice Miguel Bosé en su hit, y el azúcar se nos sube.
“Era un villano, un mentiroso, un fanfarrón… a media noche se colaba en las ventanas de las casas…”
No. No se moleste en detestar más a Jaime Bonilla. La miel de abeja incompresible es recíproca:
¿Un chocolate para los hijos de Andrés Manuelón? O prefiere, Usted, amable lector, más azúcar:
La sangre se pone intensa de tanto amor:
Ya mejor que nos digan el punto ciego de reunión…
La vida paralelos de esta gente…
Y pss así: