Señor Presidente de México:
Es normal y entendible la postura que puede adoptar el entorno ante una situación complicada. Los momentos de tribulación siempre vienen acompañados de cadenas que se refuerzan, las más cercanas; así como de muchas otras que se rompen, las lejanas y transitorias.
Desde el aspecto de la ciencia y para ilustrarle un poco más la idea, bastará con decir que si un átomo, por ejemplo, atraviesa situaciones complicadas como las que vivimos a diario, éste perderá electrones y reforzará su centro de gravedad para mutar en un elemento nuevo.
Una situación complicada es casi cualquier cosa negativa que llega a nuestra vida de forma inesperada. En este amplio espectro de posibilidades, el átomo sabe que cabe la falla, la pérdida y el descubrimiento.
A pesar de esto, se adapta constantemente a la vida natural del mundo, perdiendo y adquiriendo electrones para mantener su lugar en la Tabla Periódica mediante la reconversión de sus propias condiciones.
Sin embargo, al observar y analizar al átomo en el microscopio, el humano encuentra que perdió partículas y lo estudia con curiosidad para saber en qué se convirtió, tratando de encontrar sus debilidades.
Desde este aspecto, Señor Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, algún mal se hace al juzgar a un átomo en el microscopio sin haber tenido que estar ahí para defender a esos electrones.
Sobre todo si el átomo es de periodismo, los electrones son hombres y mujeres honrados que dedicaron su vida a la profesión, y el microscopio es su conferencia mañanera diaria.
Lo que se ve desde la Silla del Águila cuando ahí se sienta uno, decía Carlos Fuentes en el libro que Enrique Peña Nieto nunca recordó y que, por cierto, se publicó mucho tiempo antes del famoso meme actual, es que se aprecia muy bien el pastelote.
Para honrar a la idea, hoy quisiera precisar que desde la silla donde está el pastel que su gobierno ve en la prensa, las cosas se ven de la…
Y es que los medios de información, las agencias y los reporteros, no podemos reaccionar a su favor porque la investidura que Usted representa nos trata con desdén.
La Banda Presidencial que ostenta, nunca le dio permiso de armar su propia banda. Y a estas fechas, diariamente, toca Usted la misma canción.
Su gobierno, sus aliados, su gente, corea la batuta con la que dirige Usted a México.
—¡Derecha!
Y todos se van contra la derecha que llaman inexistente porque está moralmente derrotada, ¿no?
—¡Arriba!
Y todos son enemigos de España, o de Europa, o del imperialismo gringo.
—¡Abajo!
Y le hacen en masa el baile del gorila (ahí con disculpa de los animales, tal como Usted quiso enarbolar a la prensa de esta ciudad el pasado jueves 17 de febrero, cuando vino a Tijuana para defender a Jaime Bonilla del asesinato de Lourdes Maldonado.
Por si no se acuerda, aquí puede ver la cápsula.
Articulando un discurso en dos vías, Usted, Señor Presidente de México, ha hecho con la prensa de su patria exactamente lo mismo que Rusia está haciendo con Ucrania: prometer una inmunidad histórica mientras se permite la matanza.
Con bombas mediáticas y comparaciones, Usted reduce el poder del periodismo serio al enfocarlo en la pérdida de electrones que tiene un átomo.
Y luego va por la mañana y entrega a todos el reporte del comportamiento químico-periodístico.
¿En serio espera una pregunta respecto de la Física, cuando Usted genera sólo respuestas de Química Explosiva?
Aunque sus Fiscalías detengan a autores materiales o presuntos involucrados de los asesinatos contra periodistas, a la gente nunca se le va a olvidar su discurso dirigido contra la prensa, Señor Presidente.
Partiendo de una Tabla Periódica finalizada, cada vez que un átomo pierde electrones se va convirtiendo en un mejor explosivo.
Ahí Usted, por así decirlo, decide.
DEL SENTIDO: Y a pesar de su actitud, todavía es mucho mejor ser átomos que se adaptan, en lugar de ser como Lord Molécula.
