A Roberto Vivar se le cumplió su sueño justo en una fecha tan simbólica para los estadunidenses, el Día de Los Veteranos, pues hoy pudo finalmente regresar al país al que por ocho años peleó su reingreso legal luego de su deportación a Tijuana.
Vivar es padre de un militar estadunidense y cuando fue deportado a esta ciudad no se quedó de brazos cruzados; aprovechó el tiempo para fundar la organización Veteranos Deportados Unificados en Tijuana para ayudar a todos aquellos ex militares y marines separados de sus familias.
Fue de esa manera como Roberto Vivar logró reunificar a algunos veteranos con sus familias y este día le llegó finalmente el turno a él, de estar nuevamente en su hogar y que mejor, como le hicieron saber sus amigos, que en una fecha tan simbólica.
“Estoy agradecido con los veteranos deportados, con toda la comunidad migrante, con quienes vamos a seguir luchando; nuestro slogan es ‘Leave No One Behind’ (No dejes a nadie atrás)”, dijo Roberto.
Algunos veteranos que le acompañaron durante este momento tan especial, como Agustín Abarca que duró nueve años deportado en Tijuana, dijo sentirse agradecido por el activismo que realizó Vivar, pues en su momento fueron deportados y su trabajo coadyuvó para que fueran readmitidos en el país vecino.
“Estamos muy agradecidos con él porque, él que no es veterano, nos ayudó bastante; además que ayudó también a otras personas, yo creo que va a regresar para seguir luchando”, manifestó.
Los veteranos consideraron que en México todavía hay más de tres mil 500 ex compañeros veteranos que siguen esperando ser readmitidos y reencontrarse con sus familias, por lo que junto con Vivar seguirán peleando por ellos desde la unión americana.
“Vamos a regresar porque tenemos que asegurarnos de que cada uno de esos veteranos que son deportados regresen a su país, pero no solamente ellos, sino también nuestras familias que han sido separadas”, dijo finalmente Roberto.
