Patrick Mahomes lanzó un pase de anotación a Mecole Hardman en la prórroga para dar a los Kansas City Chiefs una victoria por 25-22 sobre los San Francisco 49ers en una emocionante Super Bowl en la “Ciudad del Pecado” ayer domingo, consolidando su estatus como una dinastía de la NFL estadounidense.
La final en Las Vegas fue digno del mayor espectáculo de la ciudad, ya que los Chiefs ganaron su tercer Super Bowl en cinco años y se convirtieron en los primeros campeones de la NFL que repiten desde los New England Patriots en febrero de 2005.
Después de que el pateador novato de los 49ers Jake Moody lanzara un gol de campo para abrir la prórroga, Mahomes llevó a los Chiefs por el campo y, con un estadio Allegiant con las entradas agotadas al borde de sus asientos, puso fin al drama con un golpe de tres yardas a Hardman en los últimos segundos de la primera prórroga.
La victoria hizo que el largo viaje de la superestrella del pop Taylor Swift desde Tokio, donde actuó el sábado, hasta Las Vegas para ver a su novio, el jugador de los Chiefs Travis Kelce, mereciera la pena.
La superestrella del pop no mostró signos de desfase horario, saltando y animando durante toda la contienda antes de unirse a Kelce en el campo, donde se abrazaron bajo una lluvia de confeti.
Aunque las cifras de audiencia no se conocerán hasta el lunes, las emisoras esperan que la combinación de Swift y la NFL haya producido el mayor acontecimiento televisivo en Estados Unidos desde que Neil Armstrong pisó la luna en 1969.
El alunizaje del Apolo 11 fue el acontecimiento televisivo estadounidense más visto de la historia, con casi 150 millones de telespectadores.
Por su parte, Usher ofreció un espectáculo lleno de energía en el descanso del Super Bowl, con apariciones sorpresa de algunos de sus colaboradores más famosos.
Sentada en un piano rojo, Alicia Keys fue la primera en dejarse ver cuando ambos se unieron para interpretar a dúo “My Boo”, de 2004.
La virtuosa de la guitarra H.E.R. fue la siguiente en subirse al escenario para atrapar las miradas con un contundente solo mientras Usher bailaba con ella.
Will.i.am, Lil Jon y Ludacris ayudaron a cerrar el espectáculo del intermedio con una enérgica interpretación del mayor éxito de Usher, “Yeah!”.
A pesar de todo el poder estelar extra, Usher siempre estuvo en el centro de la acción mientras cantaba, bailaba, se arrancaba la camiseta y patinaba sobre un escenario resplandeciente en el estadio cerca del centro de Las Vegas.
“Los quiero”, dijo a la multitud que presenciaba el partido entre los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs por el título de la NFL.
El espectáculo del descanso, que suele ser la actuación musical más vista del año, está producido por el sello Roc Nation de Jay-Z y patrocinado por Apple Music.
Usher Raymond IV ha vendido más de 80 millones de discos en todo el mundo, escalando posiciones en las listas musicales y llevándose a casa ocho premios Grammy.
Publicó su primer álbum en 1994, a los 16 años, y el noveno, “Coming Home”, salió a la venta el viernes.
Hace poco terminó una popular residencia en Las Vegas, donde llevó la cultura de Atlanta a Las Vegas, y tiene una gira norteamericana que empezará en agosto.
De Reuters.