WASHINGTON, 7 ene (Reuters) – Horas después de que cientos de partidarios del presidente Donald Trump irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos en un estruendoso ataque a la democracia estadounidense, un Congreso convulsionado certificó formalmente el jueves la victoria electoral del demócrata Joe Biden.

Justo después, la Casa Blanca hizo público un comunicado de Trump comprometiéndose a una “transición ordenada” cuando Biden asuma el cargo el 20 de enero, aunque reiteró su falso reclamo de que ganó la elección de noviembre. El miércoles, el mandatario republicano pareció alentar a sus seguidores a que irrumpieran en el Capitolio.

El Congreso reanudó tarde en la noche el proceso de certificación del triunfo de Biden en el Colegio Electoral, tras las caóticas escenas vividas en el Capitolio. Después de un debate que se extendió hasta las primeras horas del jueves, el Senado y la Cámara de Representantes rechazaron dos objeciones al recuento y certificaron el cómputo final de 306 votos para Biden y 232 para Trump en el Colegio Electoral.

Al declarar los totales finales de la votación, el vicepresidente Mike Pence dijo que “debería ser considerada como una declaración suficiente de las personas elegidas presidente y vicepresidenta de Estados Unidos”.

La vicepresidenta electa, Kamala Harris, asumirá el cargo junto a Biden.

El resultado del proceso de certificación nunca estuvo en duda, pero la sesión fue interrumpida por una turba que superó las vallas metálicas de seguridad, rompió ventanas y escaló muros para irrumpir en el Capitolio.

La policía dijo que cuatro personas murieron durante los disturbios, una por heridas de bala y tres por emergencias médicas, y que 52 personas fueron arrestadas.

Algunos sitiaron la Cámara de Representantes mientras los legisladores estaban dentro, golpeando las puertas y obligando a suspender el debate sobre la ratificación. Los agentes de seguridad apilaron muebles contra la puerta de la cámara y sacaron sus pistolas antes de ayudar a los legisladores y a otras personas a escapar.

El asalto al Capitolio fue la culminación de meses de una escalada retórica divisiva en torno a los comicios del 3 de noviembre, con reiterados comentarios falsos de Trump sobre una votación amañada y llamados a sus seguidores para que le ayudaran a revertir su derrota.

Tras la certificación del Congreso el jueves, Trump hizo público un comunicado a través del asesor de la Casa Blanca Dan Scavino, afirmando que “aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de la elección, y los hechos me lo confirman, habrá una transición ordenada el 20 de enero”.

El caos de la víspera se desató después de que Trump -que antes de los comicios se resistió a comprometerse con una transferencia pacífica de poder si perdía- se dirigió a miles de seguidores cerca de la Casa Blanca y les instó a marchar hacia el Capitolio para expresar su ira a los congresistas.

Dijo a sus seguidores que presionaran a sus autoridades electas para que rechazaran los resultados, instándoles “a luchar”.

En la Casa Blanca, varios asesores dimitieron en protesta por el ataque al Capitolio, según fuentes y reportes de prensa, incluidos Matt Pottinger, viceasesor de seguridad nacional, y Stephanie Grisham, jefa de gabinete de Melania Trump y una exsecretaria de prensa de la Casa Blanca.

Una fuente conocedora de la situación dijo que hubo discusiones entre algunos miembros del gabinete y aliados de Trump sobre la invocación de la Vigésimoquinta Enmienda, que permitiría a una mayoría del gabinete declarar a Trump incapaz de realizar sus obligaciones y dejaría a Pence como presidente interino.

Una segunda fuente familiarizada con la iniciativa dijo que es improbable que siga adelante, ya que a Trump le quedan solo dos semanas en el cargo.

Scott Applewhite/Pool vía REUTERS

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