Absurda, así fue como Carlos Atilano Peña, miembro del Comité Ciudadano Tijuana No se Divide, calificó la iniciativa de municipalizar la Zona Este, propuesta realizada por la diputada local, Araceli Geraldo.
“Nos parece un disparate de la A, a la Z, parece una imposición de la clase política que está viendo cómo se reparten las posiciones políticas al margen de las justas necesidades de los pobladores de esa zona”, manifestó.
Mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona, con servicios públicos y en especial mayor seguridad, son los principales argumentos que la diputada expuso en la propuesta de municipalización que presentó ante el Congreso del Estado de Baja California el pasado 7 de diciembre.
No obstante, lo que en discurso parece una buena idea, es en el fondo una estrategia para generar nuevos puestos de gobierno y presupuestos públicos que caigan en personas ligadas al poder político actual, según las palabras de Atilano Peña.
“Ya se están repartiendo posiciones, candidaturas, etcétera y creo que lo último que les interesa es satisfacer las enormes precariedades y deficiencias que históricamente ha tenido desafortunadamente la Zona Este”, dijo.
“Lo que queremos hacerle notar a la gente es que se va a crear más burocracia, que el dinero que podría captarse para ellos se va a mal gastar en lo que es gasto corriente, en el pago de nóminas de funcionarios y no se va hacer inversión en lo que es obra pública, que es lo que hace falta, carreteras, servicios, luminarias, atención a la inseguridad”, subrayó.
Sobre ese último punto, el miembro del Comité Ciudadano Tijuana No se Divide, añadió que, de las 50 colonias más inseguras de Tijuana, más de la mitad está en la Zona Este, por lo que se necesita mayores recursos y no más funcionarios.
El sueldo de un presidente y demás servidores públicos bien podría utilizarse para la construcción de otra de las principales necesidades del lugar, un hospital general, consideró Atilano Peña.
“Está completamente deslegitimada desde el punto de vista social esta iniciativa , porque el primer requisito que exige la constitución es que haya una solicitud de los habitantes de esa zona y no la hay… nos parece más un capricho político que un impulso social”, recalcó.
Por último, precisó que lo que realmente se necesita en la Zona Este es dotar de plenitud autónoma a los delegados en términos presupuestales y políticos, ya que suele ser el presidente municipal el que los designa, con lo que obedecen muchas veces a concertaciones políticas.
“Estamos proponiendo que inclusive sean votados los delegados y que sea gente que viva en esa determinada circunscripción territorial, que conozca la población y que este con el compromiso de solucionar los problemas; el hecho de que haya abandono de las delegaciones no significa que crear municipios sea en beneficio”, finalizó.