Un día después del asesinato de 19 niños de entre 7 y 10 años de edad y 2 profesoras en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, un estudiante de Berkner High School fue arrestado por portar un fusil estilo AK-47 y una réplica de rifle Orbeez AR-15 en su vehículo.
El joven fue capturado en Dallas, Texas, por la policía de Richardson tras recibir una llamada a las 10:55 de la mañana alertando sobre un joven caminando hacia una escuela secundaria de Richardson ISD con un rifle.
En colaboración con Richardson ISD y el departamento de policía, el estudiante fue localizado, pero estaba desarmado. La policía de Richardson dijo en un comunicado que no se darán a conocer otros detalles sobre el sospechoso debido a su edad, aunque se sabe que está en preparatoria.
Según información de medios locales, el estudiante dejó su automóvil en el estacionamiento de 1551 East Spring Valley Road y adentro encontraron lo que parecía ser un fusil estilo AK-47 y una réplica de rifle Orbeez estilo AR-15.
El joven fue arrestado y acusado de un delito estatal y por portar armas ilegalmente en una zona escolar libre de armas.
La Escuela Secundaria Berkner y la Escuela Primaria Springridge, que están en la zona, cercana fueron puestas en protocolos de cierre durante el incidente.
Por lo pronto, el Departamento de Policía de Richardson le recordó al público la importancia de denunciar actividades sospechosas, ya que reconocen la vigilancia y las acciones de la persona que inicialmente llamó al 911 para alertar a la policía, informó la policía de Richardson.
Por su parte, el congresista Colin Allred comentó en un comunicado que, como muchos padres en Texas, él y su esposa dejaron a sus hijos en la escuela “preocupados por su seguridad tras la tragedia de ayer en Uvalde. Escalofriantemente, este temor casi se hizo realidad aquí en el Distrito 32”, indicó.
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Dijo que está muy agradecido a la persona del norte de Texas que reportó al sospechoso con el Departamento de Policía de Richardson y los oficiales que valientemente arrestaron al sospechoso para prevenir otra tragedia.
Apenas el martes, Salvador Ramos, de 18 años, protagonizó un tiroteo en la escuela primaria Robb, asesinando a 19 niños y 2 maestras. Antes, le había disparado antes a su abuela en Uvalde, al oeste de San Antonio, en Texas.
El joven que perpetró la peor matanza en un colegio en una década vivía en un pueblo que está a medio camino entre la ciudad de San Antonio y la frontera de México, en un estado donde se permite portar armas sin un permiso especial.
Ese fue el segundo asesinato masivo en Estados Unidos en menos de dos semanas. El 14 de mayo, un supremacista blanco asesinó a 10 afroamericanos en un supermercado de la localidad de Búfalo, en Nueva York.
Para los demócratas y líderes civiles el problema de los tiroteos en el país se debe a que no hay controles en la compra de armas, mientras que los republicanos consideran que el problema de raíz es la salud mental de las personas.
Con información de Reuters.
