Mediante una nota diplomática, el gobierno mexicano pidió a su homólogo de Estados Unidos la remoción de la barrera que el gobernador republicano de Texas, Greg Abott, mandó instalar en el Río Bravo para presumir su política de mano dura en el combate contra la migración irregular.

Alicia Bárcena, nueva secretaria de Relaciones Exteriores mexicana que sucedió a Marcelo Ebrard en el cargo hace menos de un mes, explicó que el gobierno mexicano ya mandó una nota diplomática de queja en este sentido porque “en realidad lo que se está violando es el Tratado de Aguas de 1944”.

Agregó que se está enviando una “misión territorial a través de la Comisión Internacional de Límites de Aguas para definir en dónde están ubicadas estas boyas” colocadas por el gobernador de Texas, Gregg Abbott, y ver si se localizan en territorio estadunidense o mexicano.

El gobierno mexicano denunció que la colocación de boyas en el río viola el tratado de aguas internacionales de 1944 y el tratado de límites de 1970. Por ello, pidió su retiro y exigió que cualquier acción futura en este río que marca la frontera entre México y Estados Unidos sea aprobada por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).

Abbott comenzó a emplazar hace una semana esa nueva barrera flotante sobre el río Bravo en la más reciente intensificación de las medidas del republicano para reforzar la seguridad en la frontera y el cruce irregular de inmigrantes.

Según la canciller mexicana, ya se ha instalado en unos 300 metros de río en la zona que separa la ciudad mexicana de Piedras Negras y la estadunidense de Eagle Pass.

En un boletín difundido hoy, en el cual detalló el contenido de la nota diplomática, la Cancillería se limitó en plantear las violaciones a los acuerdos internacionales sobre ríos, y no se pronunció sobre el fondo del asunto: la adopción de medidas antimigrantes cada vez más radicales por parte de gobernadores republicanos, con vistas a las elecciones presidenciales del próximo año.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tachó esta semana las medidas de Abbott de mera publicidad electoral.

“Todo eso que está haciendo el gobernador de Texas… es politiquería, publicidad, una actitud demagógica… Es la búsqueda de votos, un populismo ramplón”, recalcó López Obrador.

Hace unas semanas, la Cancillería había enviado una queja a Estados Unidos por las leyes antimigrantes adoptadas en Florida, Texas y Kansas, por gobernadores que buscan la candidatura del Partido Republicano para los comicios del año entrante.

A estas embestidas legales y políticas contra la comunidad migrante se han sumado ataques y burlas del expresidente Donald Trump y varios de sus colaboradores contra el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

De Reuters.

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