El gobernador de Texas tiene firmó el lunes una ley que permitirá a las fuerzas del orden estatales detener a las personas sospechosas de cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, otorgando a agentes locales competencias que durante mucho tiempo eran del Gobierno federal.
Grupos de defensa de los derechos civiles presentaron el martes una demanda contra una nueva ley respaldada por los republicanos en Texas que otorgará a los funcionarios estatales amplios poderes para detener, procesar y deportar a las personas que crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.
La demanda presentada ante el tribunal federal de Austin, Texas, infringe de forma ilegal la autoridad del gobierno federal en virtud de la Constitución para hacer cumplir las leyes de inmigración del país.
Los grupos, encabezados por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), también afirmaron que la ley, que entrará en vigor en marzo, impide ilegalmente a los inmigrantes solicitar asilo u otras protecciones humanitarias al gobierno estadounidense.
La ley, conocida como SB 4, tipificará como nuevo delito estatal el ingreso o reingreso ilegal a Texas, con penas que van de 180 días de cárcel a 20 años de prisión.
Los jueces de primera instancia de Texas estarán obligados a ordenar a los migrantes que regresen a México, con penas de hasta 20 años para quienes se nieguen a acatar la decisión.
Los migrantes que crucen ilegalmente ya pueden ser acusados de ingreso o reingreso ilegal en virtud de la legislación federal estadounidense vigente, aplicada por agentes fronterizos y fiscales federales.
Se espera que el gobernador Greg Abbott firme además un proyecto de ley que destinaría 1.500 millones de dólares a la construcción del muro fronterizo y otras operaciones, financiación que se suma a los 5.000 millones de dólares en fondos estatales ya consignados para la aplicación de las leyes fronterizas.
A finales de noviembre, el gobernador republicano había promulgado una ley que endurece las penas por tráfico de seres humanos.
Desde que el presidente Joe Biden, demócrata, asumió el cargo en 2021, se ha capturado a un número récord de inmigrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México. Abbott y otros republicanos culpan a Biden, de hacer retroceder las políticas restrictivas del expresidente Donald Trump, principal precandidato del Partido Republicano.
De Reuters.