Los haitianos organizaron huelgas el lunes en todo el país para protestar contra una creciente ola de secuestros, días después del rapto de un grupo de misioneros que generó la participación del FBI y avivó el temor internacional a la violencia de pandillas en la atribulada nación caribeña.

Christian Aid Ministries, que tiene su sede en Ohio, dijo el domingo que un grupo de sus misioneros, 16 estadounidenses y un canadiense, estaban en Haití para visitar un orfanato cuando fueron secuestrados cerca de la capital, Puerto Príncipe.

Los expertos en seguridad sospechan que el secuestro lo llevó a cabo una banda conocida como 400 Mawozo.

Las autoridades haitianas han guardado silencio sobre el incidente y se desconoce el paradero del grupo de misioneros, que incluye mujeres y niños.

Una portavoz de la Casa Blanca dijo el lunes que el FBI estaba trabajando con el equipo diplomático de Estados Unidos en Haití en un esfuerzo por localizar y liberar a los desaparecidos.

En un comunicado, el FBI confirmó su rol en la operación. “El FBI es parte de un esfuerzo coordinado del gobierno de Estados Unidos para poner a salvo a los estadounidenses involucrados”, dijo la agencia, que no quiso dar más detalles.

Gente camina y conduce sus motocicletas alrededor de un bloqueo, durante una huelga general para protestar por una creciente ola de secuestros, en Puerto Príncipe, Haití. 18 de octubre de 2021. REUTERS/Ralph Tedy Erol

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo el lunes que Estados Unidos envió un pequeño equipo a Haití para ayudar en los esfuerzos por localizar y liberar a los misioneros.

Los misioneros desaparecidos han puesto de relieve un problema que ha afectado a Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, durante años.

Los secuestros se han vuelto más comunes en los últimos meses en medio de una creciente crisis política y económica. Al menos 628 incidentes de este tipo han ocurrido solo en los primeros nueve meses de 2021, según un informe del Centro de Análisis de Investigación en Derechos Humanos, CARDH.

Las tiendas y escuelas en Puerto Príncipe cerraron el lunes como parte de la huelga convocada por primera vez por los líderes de la industria del transporte, cuyos trabajadores se encuentran entre los objetivos más comunes de los secuestros de las pandillas.

A primera hora de la tarde, ondulantes nubes de humo oscuro se elevaban sobre varios sectores del centro mientras grupos crecientes de manifestantes quemaban barricadas en las calles de la capital.

Empresas del sector privado se unieron a la huelga para protestar por los constantes secuestros y lo que dicen es una incapacidad sistemática del gobierno para abordarlos.

Diego Toussaint, un empresario haitiano de 37 años que dirige un negocio de venta de paneles solares en Puerto Príncipe, dijo que el país finalmente había tocado fondo.

“Esta huelga es nuestra forma de decir que no podemos soportarlo más”, sostuvo Toussaint a Reuters. “Vivimos con miedo”.

Toussaint dijo que las ventas se habían desplomado ante la amenaza de secuestros y extorsión que ahora acecha a todos los trabajadores y dueños de negocios.

“No podemos confiar en el Estado. Como creadores de empleo nos vemos obligados a cuidar nuestra propia seguridad”, dijo.

Decenas de manifestantes también expresaron su frustración por los crecientes costos del servicio telefónico.

La ira latente y la ya precaria situación de seguridad del país empeoró tras el asesinato en julio del presidente Jovenel Moïse y un terremoto en agosto que mató a más de 2.000 personas.

La creciente crisis haitiana también se ha convertido en un problema importante para Estados Unidos, donde una ola de miles de migrantes haitianos llegó a la frontera con México el mes pasado, pero muchos fueron deportados a su país de origen poco después.

Con información de Reuters.

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