El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, criticó el martes al Supremo Tribunal Federal (STF) del país y puso en duda la integridad de las elecciones del próximo año, mientras sus partidarios se manifestaban en las principales ciudades en medio de intensas tensiones en la democracia más grande de América Latina.

Bolsonaro, que enfrenta una caída en las encuestas, un aumento de la inflación y críticas por su manejo del segundo brote de coronavirus más letal en el mundo, ha instado a sus seguidores durante semanas a protestar contra sus supuestos enemigos en el Congreso y los tribunales.

Más de 100.000 simpatizantes del mandatario salieron a las calles en Sao Paulo, según funcionarios de seguridad del estado, muy por debajo del récord de participación pronosticado por Bolsonaro, pero quizás lo suficiente para envalentonarlo en su enfrentamiento con el Poder Judicial y el Congreso.

“No podemos aceptar un sistema de votación que no ofrezca ninguna seguridad en las elecciones”, dijo Bolsonaro en Sao Paulo, en referencia a su llamado a introducir el voto impreso como respaldo de un sistema de votación electrónica que, según él, es vulnerable al fraude. El tribunal electoral mantiene que el sistema es transparente y seguro.

“No puedo participar en una farsa como la que patrocina el jefe del tribunal electoral”, añadió.

Partidarios del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, durante un mitin en favor de las críticas del mandatario sobre la corte suprema del país, en Sao Paulo, Brasil, Septiembre 7, 2021. REUTERS/Amanda Perobelli

Los críticos de Bolsonaro dicen que está sembrando dudas para que pueda impugnar los resultados de las elecciones, cuyas encuestas de opinión lo muestran perdiendo ante el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ninguno ha confirmado su candidatura.

Bolsonaro también intensificó las críticas a la corte suprema por autorizar investigaciones sobre él y sus aliados, basándose en acusaciones de que habían atacado las instituciones democráticas de Brasil al promover información engañosa en las redes sociales.

El presidente se ha burlado de las investigaciones, las que califica como violaciones a las libertades políticas.

Bolsonaro a menudo ha establecido comparaciones con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, a quien ha dicho que admira.

Jason Miller, un empresario conservador de redes sociales que fue asesor de Trump se vio salpicado por los hechos, al ser detenido el martes en Brasilia e interrogado durante tres horas por la policía como parte de las investigaciones. Un abogado de Miller, que había asistido a la cumbre de la Conferencia de Acción Política Conservadora organizada por uno de los hijos de Bolsonaro, dijo que decidió permanecer en silencio.

Partidarios del presidente Jair Bolsonaro marchan en una muestra de apoyo en Río de Janeiro, Brasil, el 7 de septiembre de 2021. REUTERS/Pilar Olivares

Las escenas en los principales mítines en Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia fueron en su mayoría festivas, con simpatizantes del gobierno vestidos de amarillo y verde mientras ondeaban banderas. Pero un trasfondo de frustración quedó patente en las pancartas, que pedían la intervención militar y la disolución del STF.

“Los militares deben sacar a los que no dejan gobernar a nuestro presidente, en la corte suprema, en el Senado, a todos”, dijo María Aparecida, una jubilada de 70 años en la Avenida Paulista de Sao Paulo. “La corte suprema no protege la Constitución, por lo que nuestros militares deben hacerlo”.

Las críticas del presidente al sistema de votación electrónico de Brasil fueron claramente replicadas por sus partidarios acérrimos, muchos de los cuales estaban convencidos de la segura reelección de Bolsonaro.

“Si pierde, sabemos que hubo fraude”, dijo Mónica Martins, una abogada de 51 años en el mitin en Río.

Un manifestante en apoyo del ataque del presidente brasileño Jair Bolsonaro a la corte suprema del país, frente al Congreso Nacional de Brasil en Brasilia, Brasil, el 7 de septiembre de 2021. REUTERS/Adriano Machado

Bolsonaro aprovechó la ocasión y se puso la banda presidencial en un evento militar en Brasilia para conmemorar el Día de la Independencia, antes de recorrer el mitin en helicóptero. Viajó al mediodía a Sao Paulo para dar un desafiante discurso a los seguidores.

“Les diré a los que quieran hacerme inelegible en Brasilia: ¡Solo Dios me sacará!”, gritó Bolsonaro. “¡Y díganles a los sinvergüenzas que nunca me encarcelarán!”.

La Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo estimó que la manifestación pro-Bolsonaro en la Avenida Paulista congregó a unas 125.000 personas, la mayoría de las cuales se dispersaron rápidamente después de los comentarios de Bolsonaro.

Muchos líderes de izquierda han instado a sus seguidores a evitar enfrentamientos al no asistir a contramanifestaciones el martes para privilegiar su presencia en las protestas contra Bolsonaro del 12 de septiembre.

Con información de Reuters.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí