Durante casi tres años, el gobierno de los EE. UU. ha utilizado una
política llamada “Título 42” para expulsar sin el debido proceso a las personas que
buscan asilo, bajo el pretexto de la pandemia. La política, responsable de
innumerables casos de secuestro, tortura, robo y asesinato de personas
desplazadas—especialmente personas Negras, indígenas y otras personas de color y
de la comunidad LGBTQI+—se iba a suspender hoy, pero esta semana la Corte
Suprema de los Estados Unidos suspendió una orden de una Corte de Distrito que
había declarado que la política era ilegal. Si bien el Título 42 sigue siendo objeto de
debate y litigio en Washington y en las cortes, hay personas de todo el mundo que
continúan buscando protección internacional y una oportunidad para escapar de la
violencia de la persecución política y la discriminación, entre otras injusticias.
El objetivo de las organizaciones miembros del Grupo de Trabajo de Bienvenida de
California es promover el respeto por el derecho a solicitar asilo, y brindar servicios
necesarios a las personas que huyen del peligro. Estamos unidas en nuestra
oposición a los alarmantes esfuerzos de atacar y criminalizar a las personas
desplazadas y al trabajo de las organizaciones de derechos humanos a lo largo de la
frontera, en otras partes de EE.UU. y en todo el mundo. Seguimos dispuestas a
trabajar con otros grupos de la sociedad civil y con todos los niveles de gobierno para
construir y mantener infraestructura y redes para recibir a las personas en la frontera
entre Estados Unidos y México con humanidad, responsabilidad y dignidad.
Trabajando juntas, sabemos que podemos lograrlo. Hacemos un llamado a todos los
niveles de gobierno a que implementen políticas y brinden los recursos necesarios
para hacerlo.
Declaraciones de las organizaciones del Grupo de Trabajo de Bienvenida de
California:
Nicole Ramos, Director del Proyecto de Derechos en la Frontera, Al Otro Lado:
“Mientras que los “líderes” de nuestra nación hablan de la mentira de que el gobierno
de los Estados Unidos es un campeón de los derechos humanos, un país que se
adhiere estrictamente al “estado de derecho”, una y otra vez nos muestran su
verdadera cara, que lo que realmente quieren es un mundo de muros y alambre de
púas, un mundo donde miles de seres humanos que habrían sobrevivido, terminan
muertos en la puerta de nuestro país mientras inventamos excusas para una frontera
cerrada, negando a las personas refugiadas el derecho a acceder al único proceso
legal disponible para salvar sus vidas”.
Kate Clark, directora de servicios de inmigración, Jewish Family Service of San
Diego:
“Las personas solicitantes de asilo tienen el derecho legal de buscar protección en los
Estados Unidos, y el fin total–por el cual se ha esperado un tiempo demasiado
largo–del Título 42, será una restauración clave de ese derecho. Mientras esperamos
el fin del Título 42, miles de familias e individuos vulnerables que necesitan
protección desesperadamente continúan en condiciones peligrosas y sin alivio. Esta
realidad es inaceptable, y hacemos un llamado al gobierno federal para que haga su
parte para poner fin a esta práctica inhumana de una vez por todas, mientras
construye la infraestructura necesaria para apoyarla”.
Norma Chávez-Peterson, Directora Ejecutiva de ACLU de los Condados de San
Diego & Imperial:
“El derecho a solicitar asilo es un derecho humano y no podemos seguir dando la
espalda a las personas que buscan protección frente a la violencia y la persecución.
Ya es hora de poner fin al Título 42. Cada día que se permite que continúe esta
política inhumana, la vidas de las personas están en peligro. Ahora más que nunca, el
gobierno federal debe dedicar rápidamente los recursos necesarios para permitir
que las personas ejerzan el derecho a buscar protección en los EE. UU. con dignidad
y respeto.
“Durante años, las organizaciones sin fines de lucro de ambos lados de la frontera se
han enfrentado a este desafío. Los Servicios de Albergue para Migrantes de la Red de
Respuesta Rápida de San Diego, operado por Jewish Family Service of San Diego, ha
recibido a más de 110,000 personas desde octubre de 2018, brindando refugio,
administración de casos, apoyo legal, asistencia financiera y de viaje, y más. California
ha desarrollado un modelo de colaboración entre las organizaciones comunitarias y
todos los niveles de gobierno, ahora necesitamos que el gobierno federal dedique los
recursos suficientes para apoyar una respuesta humana y una bienvenida”.
Margaret Cargioli, Abogada Directora, Litigio e Incidencia, Immigrant Defenders
Law Center:
“No se debe temer a las personas que buscan seguridad y protección, nuestra
respuesta debe ser darles la bienvenida y brindarles acceso a recursos que salvan
vidas. Estamos dispuestos a ayudar a las personas solicitantes de asilo a navegar su
proceso de inmigración junto con nuestros socios en la frontera, y estamos
preparados para trabajar en conjunto con los gobiernos local, estatal y federal para
brindarles servicios legales de alta calidad. Después de que finalice el Título 42, las y
los legisladores y gobernantes deben trabajar con las organizaciones fronterizas para
financiar una respuesta coordinada para mantener a las familias unidas y las
personas seguras. Hacemos un llamado a la administración de Biden y al Congreso
para traer de regreso la dignidad y el debido proceso a nuestro sistema de asilo.
Debemos respetar la ley de asilo y la humanidad fundamental de todos los seres
humanos”.
Pedro Rios, Director del Programa Fronterizo EEUU-México, American Friends
Service Committee:
“La promesa de asilo es un derecho consagrado bajo la ley federal y los acuerdos
internacionales con la intención de responder a la tiranía y la desesperación que
obliga a miles de personas a huir de sus países de origen. Estados Unidos socava esa
promesa cada día que el Título 42 sigue vigente, y pone en peligro la vida de quienes
buscan refugio del daño. Hacemos un llamado a la Administración de Biden para
que rechace los esfuerzos que socavan el derecho al asilo, incluidas sus propias
propuestas para adoptar medidas contra el asilo que fomentarán el desprecio de las
personas solicitantes de asilo. Debe trabajar de manera proactiva con, y brindar
recursos a, las organizaciones locales, estatales y de la sociedad civil para responder a
las necesidades humanitarias de las personas solicitantes de asilo”.
Andrea Guerrero, Directora Ejecutiva de Alliance San Diego:
“Es imperativo que la administración Biden respete nuestras obligaciones en materia
de los derechos humanos para brindar acceso al asilo a las personas perseguidas en
sus países de origen. El acceso al asilo es parte de los tratados internacionales de los
que Estados Unidos es parte y, más fundamentalmente, es un deber sagrado de
proteger la vida humana. Ir en contra de nuestras obligaciones sagradas ahora abriría
la puerta para que otras administraciones y otros países hicieran lo mismo,
desmantelando las protecciones internacionales que las naciones del mundo
trabajaron tan duro para establecer después de la Segunda Guerra Mundial. El asilo
fue declarado entonces, y sigue siendo, un derecho humano inderogable que bajo
ninguna circunstancia debe ser abandonado. Hacerlo ahora sería renunciar al
juramento más solemne que tenemos: protegernos unos a otros. Alentamos e
invitamos acciones significativas de la sociedad civil para proteger y reconstruir el
sistema de asilo”.
Isa Peña, Director of Strategy for Innovation Law Lab:
“La cruel ironía de la postura antagónica del gobierno de los EE. UU. hacia las
personas que buscan asilo es que muchas personas están huyendo de condiciones
terribles que fueron causadas o exacerbadas en parte por la política exterior y
económica de los EE. UU. Estados Unidos debe poner fin a su larga historia de
intervencionismo y de apoyar a gobiernos con pésimos antecedentes en materia de
derechos humanos que ponen los intereses de las corporaciones extractivistas por
encima del bienestar de las personas. Mientras Estados Unidos siga apoyando a
gobiernos y políticas que crean situaciones violentas y desesperadas para las
personas, esas personas serán desplazadas por la fuerza y buscarán refugio, incluso
en los Estados Unidos. Siempre debemos esforzarnos por hacer que EE.UU. sea un
lugar inclusivo, acogedor y equitativo para todas y todos”.
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El Grupo de Trabajo de Bienvenida de California (California Welcoming Task
Force en inglés) es una coalición binacional dedicada a desarrollar una nueva visión
de cómo EE. UU. puede dar la bienvenida a las personas que buscan asilo de manera
segura y rápida en nuestra frontera mediante la coordinación de todos los sectores
(humanitario y salud, legal, incidencia y comunicaciones)