Una humareda amarilla generada por cientos de incendios forestales canadienses se cernía el jueves sobre una amplia franja de Estados Unidos, amenazando con dificultar la respiración y perturbar el transporte aéreo de millones de personas hasta más allá del fin de semana.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos amplió un día más las alertas sobre la calidad del aire en la costa este, desde Nueva Inglaterra hasta Carolina del Sur, así como en algunas zonas del medio oeste, como Ohio, Indiana y Michigan.
Las autoridades sanitarias de más de una docena de estados han advertido que pasar tiempo al aire libre podría causar problemas respiratorios debido a los altos niveles de partículas finas en la atmósfera.
Los residentes de Nueva York, Washington y otras grandes ciudades, a los que se aconsejó permanecer en el interior, se pusieron mascarillas y se apresuraron a comprar purificadores de aire para protegerse de la bruma amarilla que llegó a la región el martes por la tarde.
Algunas personas se tomaron esto con humor, al hacer referencia a que EEUU parece convertirse en el set de filmación de Dune, una historia de ciencia ficción con desiertos.
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— Angélique Roché is supposed to be writing (@AngeliqueRoche) June 8, 2023
La bruma y la escasa visibilidad obligaron a las autoridades de aviación a interrumpir por segundo día los vuelos procedentes del noreste, la región del Atlántico medio y Ohio con destino a los principales aeropuertos de Nueva York y Filadelfia. Todos los vuelos con destino al aeropuerto de Newark (Nueva Jersey), uno de los principales de la zona de Nueva York, sufrieron retrasos.
Según el servicio privado de previsión AccuWeather, se trata del peor brote de humo de incendios forestales que ha cubierto el noreste de Estados Unidos en más de 20 años.
Es probable que las condiciones de humo persistan hasta el domingo, cuando un nuevo sistema de tormentas cambie la dirección de los vientos dominantes y traiga una probabilidad de lluvias en partes del país cercanas a las condiciones de sequía, dijo el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Peter Mullinax.
“Por fin empezaremos a ver más alivio a principios de la semana que viene, cuando empiecen a llegar los vientos del sur y empujen el humo más hacia el norte y hacia el Atlántico”, dijo Mullinax.
Con un Índice de Calidad del Aire “insalubre” de 178, el aire de Nueva York volvió a estar el jueves más contaminado que el de cualquier gran ciudad del mundo, superando a ciudades como Dacca y Hanói, que figuran en la lista mundial de aire nocivo elaborada por IQAir, una empresa tecnológica suiza.
El Índice de Calidad del Aire (ICA) mide cinco contaminantes principales, incluidas las partículas producidas por los incendios. Cuanto más alto es el valor, más contaminado está el aire. Las lecturas superiores a 100 se clasifican como “insalubres”, mientras que las superiores a 300 son “peligrosas”.
En Estados Unidos, el peor aire se encontró en localidades de Maryland, Pensilvania y Delaware, donde algunas lecturas superaron los 300 puntos. Algunos suburbios de Baltimore y Filadelfia superaron los 400.
Aun así, las condiciones en Nueva York parecían un poco más claras que un día antes, ya que se abrieron manchas azules en el cielo matinal sobre el centro de Manhattan. Aunque persistía el ligero olor a leña quemada, el manto asfixiante de bruma amarilla y anaranjada parecía disiparse, lo que supuso un cierto alivio.
Sin embargo, el aire viciado obligó de nuevo a una serie de cancelaciones el jueves. Se suspendieron las carreras de caballos en un hipódromo de Long Island, en Nueva York, donde este fin de semana se celebraban los prestigiosos Belmont Stakes.
En Washington, las escuelas públicas suspendieron por segundo día las actividades al aire libre.
“Es probable que este problema continúe o empeore durante el viernes”, dijo la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, en un tuit. “Instamos a los residentes y visitantes a seguir las precauciones relacionadas con la alerta de calidad del aire ‘Código Púrpura'”.
Grandes franjas de Michigan también están bajo advertencias de bandera roja debido a las peligrosas condiciones climáticas de incendios en las dos penínsulas del estado, según la agencia meteorológica.
Los incendios continuaron ardiendo en Canadá el jueves, enviando más humo a través de la frontera estadounidense.
El país está sufriendo el peor inicio de temporada de incendios forestales de su historia. Miles de canadienses se han visto obligados a abandonar sus hogares y ya han ardido unos 3,8 millones de hectáreas, aproximadamente 15 veces el promedio de los últimos 10 años, según el ministro federal de Preparación para Emergencias, Bill Blair.
De Reuters.
