El 25 de noviembre de 2020, Kristina Frost fue detenida por la policía de San Diego, California, debido a un delito menor.
Aunque su identificación oficial precisa su género adquirido como una mujer transexual, las autoridades del condado decidieron colocarla en una celda junto con 3 hombres.
La noche de su detención, uno de los sujetos la atacó sorpresivamente a golpes mientras ella dormía y le causó dos fracturas graves de mandíbula.
Por esta razón y ante la negligencia, Frost interpuso una demanda contra el condado de San Diego, describe el medio Washington Post, porque las autoridades carcelarias sabían que era mujer transexual y no fueron conscientes del riesgo que enfrentaba al ponerla con hombres en una celda.
La demandante alega que la celda estaba “mínimamente monitoreada”, y que las autoridades de la ciudad decidieron ponerla ahí a pesar de conocer su modificación de género.
Aunque el agresor fue retirado de la celda tras el ataque, la cárcel del condado permitió que Frost fuera revisada por un médico hasta 12 horas después del hecho.
En la demanda se describe que la mujer fue sometida a dos operaciones quirúrgicas para reparar el hueso de la mandíbula. Abunda en los dolores que sufrió en la celda esperando ser atendida y en que ahora debe usar dentadura postiza especial.
El documento interpuesto en la Corte detalla también que el Condado de San Diego cuenta con un historial importante de “no cuidar de los presos bajo su custodia”. La tasa de mortalidad en las cárceles de la vecina ciudad californiana es la más alta de su estado: entre 2009 y 2019, 140 personas murieron estando detenidas.
Esta demanda se da a conocer en la semana del Día Internacional de la Memoria Transexual, que se conmemora este próximo sábado 20 de noviembre.