Las madrugadas, mañanas y noches eran parte de la vida del fotoperiodista y colega, Margarito Martínez Esquivel.
Al llegar a los eventos de alto impacto, siempre se le encontraba, ya con información y fotografías de lo sucedido.
Pensar en 4-4, como se le solía decir en el gremio periodístico, es sinónimo de imágenes que son la nota roja, una sección que por mucho tiempo representó con profesionalismo, llegando a ser de los principales fotoperiodistas de Tijuana.
Se acostumbró a trabajar en los lugares donde la presencia policiaca y castrense es constante, sabiendo cómo moverse, cómo reportear.
Mantenerse siempre atento a los reportes de la policía lo hacía ser de los primeros en llegar a la escena.
Cuando nadie tenía la fotografía de un hecho que solo duró unos minutos, se sabía que Margarito era siempre la respuesta. En ese sentido, fue un gran compañero, compartiendo fotos para aquellos que no alcanzaban a llegar.
Gran parte de las notas rojas de los diarios y portales de noticias de Tijuana eran realizadas con información de Margarito.
El otro ángulo, la mirada del fotoperiodista.
En las noches ocurren muchos accidentes, algunos muy fuertes. La carga de llevar estos eventos en la mente no es sencillo, pero 4-4 sabía cómo mantenerse profesional.
Traer colgando la cámara no solo era para fotografiar de manera habitual aquello que había que informar, también el fotoperiodista se daba el tiempo de darle otro sentido a la imagen.
Incontables fotografías las que realizó 4-4.
Muchas de las situaciones de emergencia en Tijuana eran parte de su trabajo, de día, de noche.
Pese a la crudeza de su labor, siempre solía tener una sonrisa en el rostro, saludando a los compañeros.
Margarito Martínez Esquivel, te recordamos por tu gran labor en los medios de comunicación, y en especial, por ser un buen esposo, padre, hermano, amigo, colega.
Descansa en paz 4-4