Luego de 16 años como canciller de Alemania, y a una semana de ser sustituida en el cargo por Olaf Scholz, Angela Merkel, de 67 años, pidió a los alemanes evitar el odio durante su discurso de despedida en “Großer Zapfenstreich”, donde fue ovacionada de pie.
La también llamada ceremonia del Gran Tatuaje es una tradición que data del siglo XVI celebrada cuando dejan el cargo el presidente federal, un canciller o un ministro de defensa.
Este 2 de diciembre se celebró en la gran explanada del Ministerio de Defensa, en Berlín, a la que acudió casi toda la élite política alemana, a excepción de Alternativa para Alemania, el partido de ultraderecha, que no fue invitada al evento.
A military band played a tune by a punk singer as Germany's outgoing chancellor Angela Merkel was honoured with a goodbye ceremony 👇 pic.twitter.com/l8UdwS564V
— Al Jazeera English (@AJEnglish) December 3, 2021
“Nuestra democracia también vive del hecho de que donde quiera el odio y la violencia se considera un medio legítimo para perseguir los intereses de uno. Nuestra intolerancia como demócratas tiene que encontrar un límite”, reconoció.
“Nuestra democracia –siguió– vive de la capacidad de comprometerse críticamente con las ideas y corregir su camino, y vive de equilibrar el respeto que nos tenemos unos a otros y el interés que tenemos los unos por los otros, basada en la solidaridad y la confianza, y también en confiar en los hechos, en que ahí donde se niega el conocimiento científico y se persiguen las teorías de la conspiración y se persigue la incitación al odio”, declaró.
Respecto a la pandemia de covid-19, reconoció que esta demostró la importancia que se debe tener en los políticos, la ciencia, el discurso público y la sociedad, pero también “cuán frágiles pueden ser todas esas cosas”.
La tradicional Großer Zapfenstreich incluyó un desfile de luces de antorchas, honores militares de la Bundeswehr, las fuerzas armadas federales y una selección de tres canciones elegidas por Merkel: un tema de la cantante punk Nina Hagen, de 1974; un himno cristiano y una balada de Hildegard Knef, así como el himno nacional.
En un breve discurso, Merkel se refirió a los desafíos enfrentados en estos 16 años en el cargo, como la Gran Recesión y la Crisis Migratoria de 2015. Consideró todos los retos de su gestión como “desafiantes”, pero también dio las gracias a los alemanes que confiaron en ella. “Lo agradezco de corazón”, fue su última frase.
Acompañada por su esposo, Joachim Sauer, no se realizó la celebración habitual al término de la ceremonia por la pandemia de covid-19. Por el contrario, se marcharon en un coche oficial mientras saludaban a la gente desde la ventanilla.
Después de su discurso, la banda de la Bundeswehr interpretó sus canciones elegidas, empezando por Du hast den Farbfilm vergessen (Has olvidado la película de color), de la cantante punk Nina Hagen, que fue famosa en 1974 y se considera una crítica al régimen comunista de la República Democrática Alemana (RDA), donde Merkel vivió su niñez y su adolescencia.
“La canción fue un capítulo culminante de mi juventud, que se sabe, tuvo lugar en la RDA. Por casualidad, también está ambientada en una región que estaba en mi antiguo distrito electoral, en el Mar Báltico. Como tal, todo encaja”, explicó.
Luego interpretaron Für mich soll’s rote Rosen regnen (Deberían lloverme rosas rojas), una balada de la cantante Hildegard Knef, mientras le regalaron un ramo de rosas rojas. Finalmente, el himno cristiano del siglo XVIII titulado Großer Gott, wir loben dich (Dios santo, alabamos tu nombre), pues fue educada como hija de un pastor protestante y como militante del partido democristiano alemán: la Unión Democrática Cristina (CDU).
Merkel dejará oficialmente la Cancillería dentro de una semana, cuando su sucesor, el socialdemócrata Olaf Scjolz, rinda juramento ante el Parlamento. La todavía canciller le deseó a él y a su nuevo gobierno de centro izquierda “todo lo mejor, buena suerte y mucho éxito”.
Además, envió un mensaje a los alemanes a ver el mundo a través de los ojos de los demás y a trabajar con alegría en el corazón, y agradeció a los trabajadores de la salud que estuvieron en la primera línea de batalla durante la pandemia de covid-19.
Con información de Proceso.