Se calcula que unas 200 personas, entre ellas 30 menores y niños pequeños y 20 mayores de 60 años, permanecen secuestradas en Gaza, informó el jueves la emisora pública israelí Kan, que citó fuentes militares.

Según el reporte, entre 100 y 200 israelíes siguen desaparecidos y los servicios de emergencia siguen buscando cadáveres de personas muertas en el ataque de Hamás del 7 de octubre.

Según las autoridades sanitarias palestinas, el balance de los ataques israelíes contra Gaza ha aumentado a más de 3.500 muertos y más de 12.000 heridos.

Varias personas sostienen banderas durante una protesta cerca de la embajada de Estados Unidos en Awkar, Líbano, tras la muerte de cientos de palestinos en una explosión en el hospital Al-Ahli de Gaza de la que se culparon mutuamente funcionarios israelíes y palestinos. Oct 18, 2023. REUTERS/Zohra Bensemra

En Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, varios hombres corrieron al hospital Nasser con niños muertos y heridos en brazos, en ambulancias y en la parte trasera de un camión de plataforma, después de que una bomba impactó en una casa a plena luz del día.

Según los médicos, cuatro personas murieron y muchas resultaron heridas, en su mayoría niños desplazados del norte de Gaza que habían estado jugando al fútbol en un solar contiguo.

“Vi partes de cuerpos, niños desmembrados, ¿qué les voy a describir?”, dijo Hassan Al-Hindi, un vecino que vio el ataque. “Han matado a niños”, gritó.

Los habitantes de Gaza se burlaron del gesto de prometer sólo 20 camiones de ayuda para 2,3 millones de personas privadas de alimentos, agua, combustible y suministros médicos.

“No queremos nada de los países árabes y extranjeros, salvo que detengan los violentos bombardeos sobre nuestras casas”, dijo El-Awad El-Dali, de 65 años, cerca de viviendas en ruinas.

En otra zona, un distrito comercial quedó reducido a escombros, con la cuna rosa de un niño volcada en el suelo, ventanas reventadas de una tienda de ropa y vehículos dañados.

Nubes de humo y materiales tras los ataques israelíes en la ciudad de Gaza, 11 de octubre de 2023. REUTERS/Saleh Salem

“Tengo más de 70 años, he vivido varias guerras, nunca ha sido así”, dijo Rafat Al-Nakhala, que había llegado allí tras obedecer la orden de Israel de que los civiles huyeran de la ciudad de Gaza, en el norte.

Según Naciones Unidas, alrededor de la mitad de los habitantes de Gaza se han quedado sin hogar, atrapados aún en el enclave, uno de los lugares más densamente poblados del planeta.

Su difícil situación ha enfurecido a Oriente Medio, lo que ha dificultado que Biden y otros líderes occidentales consigan aliados árabes para evitar que la guerra se extienda.

Antes de marcharse, Biden hizo un llamamiento a los israelíes para que controlaran su ira: “Aunque sientan esa rabia, no se dejen consumir por ella. Tras el 11-S, en Estados Unidos nos enfurecimos. Y aunque buscamos justicia y obtuvimos justicia, también cometimos errores”.

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