La inflación no cede en el país y en febrero se ubicó en una tasa anual de 7.28%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A su interior, la inflación subyacente, la cual se obtiene eliminando del cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien que su proceso de determinación no responde a condiciones de mercado, alcanzó una variación anual de 6.59%.
Por su parte, la inflación no subyacente se ubicó en 9.34% en el segundo mes del 2022. Este tipo de inflación está conformada únicamente por los productos agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno.
Los productos que más aumentaron sus precios fueron:
- el gas doméstico LPl
- la gasolina de bajo octanaje
- el limón
- el pollo
- la carne de res
- automóviles
- el aguacate
- la tortilla de maíz
- los costos de la vivienda propia, principalmente.
En contraste, disminuyeron los precios del jitomate, chile poblano, el tomate verde, calabacita, papa y otros tubérculos, frijol, lechuga, gas doméstico natural, entre otros.
De acuerdo con el análisis elaborado por el banco Ve por Más, tras dos meses a la baja, la inflación anual rebotó en febrero, donde las presiones en el índice subyacente, reflejo de la vigencia de algunas obstrucciones en la proveeduría de bienes y servicios y del traspaso del incremento de los altos precios de materias primas, más que compensó la moderación en el índice no subyacente, que se debió a un efecto base de comparación en energía.
El análisis detalló que la inflación anual se desacelerará dentro de unos meses, debido a un efecto aritmético, por una alta base comparativa, y en la medida en la que algunas obstrucciones en la oferta, asociadas al virus, puedan irse diluyendo
“Sin embargo, ha incrementado el riesgo de que la variable tarde más en ceder y es probable que próximamente revisemos nuestras proyecciones para la misma, dependiendo del impacto final de los nuevos choques de precios” señaló
En concreto, el conflicto en Ucrania ha inducido escasez a nivel internacional e incrementos en los precios de materias primas energéticos, granos, metales así como nuevos cuellos de botella en el transporte de mercancías.
Con información de Proceso.