Está previsto que Estados Unidos aplace una reversión parcial de una controvertida política de expulsión de migrantes, según tres fuentes cercanas al tema, debido a los temores relacionados con la variante Delta del coronavirus, que se propaga rápidamente.
El Gobierno del presidente Joe Biden había planeado eximir de la política de expulsión a las familias migrantes que llegaron a la frontera entre Estados Unidos y México antes del 31 de julio, si bien la norma se seguiría aplicando a individuos, dijeron a Reuters fuentes vinculadas a las discusiones de inicios de mes.
La reversión parcial de la política del Título 42 se retrasó porque el Gobierno de Biden “puso freno” debido a las preocupaciones sobre la variante Delta del COVID-19 y el creciente número de infecciones en México, dijo una de las fuentes.
Ahora no está claro cuándo se podría levantar la orden para las familias o en su totalidad.
Biden, un demócrata, ha estado bajo intensa presión por parte de grupos de derechos humanos, grupos de defensa de migrantes y funcionarios de Naciones Unidas para poner fin a la política de la era del expresidente Donald Trump que, según dicen, lleva a miles de migrantes expulsados a enfrentar secuestros y otros actos de violencia en el norte de México.
Biden ha mantenido el Título 42 activo porque los arrestos fronterizos han aumentado a sus niveles mensuales más altos en 20 años. Desde que asumió el cargo en enero, el Título 42 se ha utilizado más de 500.000 para expulsar migrantes, aunque muchos de ellos incluyen personas que cruzan la frontera repetidamente.
“Seguirá vigente mientras esa sea la guía de nuestros expertos médicos y de salud”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, refiriéndose a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Añadió que el gobierno nunca había fijado públicamente una fecha para poner fin a la práctica.
Los casos de coronavirus en Estados Unidos han estado aumentado debido a la variante Delta, que surgió en India pero se ha extendido rápidamente y ahora representa más del 80% de las infecciones en el país.
PRESION DEMÓCRATA
La representante Judy Chu, una demócrata cuyo distrito del Congreso incluye parte de Los Ángeles, dijo que el Gobierno de Biden no tenía una justificación para expulsar a solicitantes de asilo mientras permitía que cientos de miles de viajeros legales y otros migrantes atrapados en la frontera ingresaran a Estados Unidos.
Chu se unió a un grupo de más de 60 legisladores demócratas que a principios de este año instaron al Gobierno a poner fin a la política. “Simplemente están rechazando indiscriminadamente a las personas y enviándolas de regreso”, dijo en una entrevista.
Aún así, el gobierno de Biden eximió a los niños no acompañados de la política en febrero y la ha estado eliminando para las familias migrantes que llegan a la frontera sur.
En junio, al 84% de los aproximadamente 50.000 miembros de familias migrantes atrapados en la frontera sur se les permitió ingresar a Estados Unidos para continuar con sus casos.
La Casa Blanca, los CDC y el Departamento de Seguridad Nacional no respondieron a las solicitudes de comentarios.
A miles de migrantes se les han concedido excepciones humanitarias a la política fronteriza en el marco de un programa informal gestionado sobre el terreno por un consorcio de organizaciones sin fines de lucro que ayudan a identificar a los más vulnerables.
El programa ha mitigado el impacto del Título 42, pero varias de las organizaciones sin fines de lucro han terminado su participación en él o planean hacerlo en las próximas semanas, lo que agrava el impacto de la demora en revertir el Título 42.
Con información de Reuters.