En Rocinha, la favela más grande de Brasil, ubicada en las afueras de Río de Janeiro, un proyecto local tiene como objetivo promover el reciclaje mediante la donación de alimentos a cambio de tapas de botellas que se utilizan para construir patinetas.
Cada patineta está hecha de unas 500 coloridas tapas plásticas de botellas que se trituran, se derriten, se colocan en un molde y luego se hornean en un horno de pizza industrial. Cada una tarda unas dos horas en completarse.
“Están hechas 100% de plástico reciclado que se recolecta, recicla y fabrica aquí en Rocinha”, dijo Arian Rayegani, un ingeniero mecánico canadiense que dirige el proyecto Na Laje Designs.
El proyecto entrega donaciones de alimentos a cambio de las tapas de las botellas.
“Queremos crear un sede y un centro de innovación para el reciclaje aquí en Rocinha”, afirmó Rayegani. “Rocinha produce 230 toneladas de basura por día y no hay reciclaje y manejo de residuos a nivel local aquí que realmente se ocupe de esta implementación y eso es lo que queremos hacer”.
“Hoy trabajamos en plástico, pero mañana queremos poder reciclar papel, metal, vidrio y más. Queremos traer a la próxima generación, traer a los niños aquí, para que aprendan, para prevenir el problema”.
Con información de Reuters.
