Harvey Weinstein, quien fuera una figura dominante en Hollywood y luego personificó una cultura de abusos sexuales generalizada de hombres poderosos que encendió el movimiento #MeToo, fue condenado el jueves a 16 años de prisión por la violación de una actriz en 2013.
Weinstein fue sentenciado en un tribunal de Los Ángeles, donde un jurado lo declaró culpable en diciembre de violación, copulación oral forzada y penetración sexual con un objeto extraño.
Los cargos derivan de una agresión a una exmodelo y actriz, identificada en el juicio como Jane Doe 1, en un hotel de Los Ángeles en febrero de 2013.
Weinstein, el poderoso cofundador de Miramax Films, una productora y distribuidora de cine estadounidense, cumplirá la sentencia una vez que complete una pena de 23 años por una condena por conducta sexual inapropiada en Nueva York.
Las acusaciones contra Weinstein contribuyeron a impulsar el movimiento #MeToo, que ha animado a las mujeres a denunciar el acoso y los abusos sexuales de hombres poderosos en los medios de comunicación, la política y otros ámbitos.
El movimiento, que se hizo viral en las redes sociales en 2017, busca romper una cultura del silencio que durante mucho tiempo ha permitido que este tipo de conductas queden impunes.
Weinstein, que produjo “Pulp Fiction”, “Shakespeare in Love” y otras exitosas películas independientes, ha dicho que todos sus encuentros sexuales habían sido consentidos, y se declaró inocente en el caso de Los Ángeles.
El jurado absolvió a Weinstein de los cargos relacionados con una segunda supuesta víctima y no llegó a un veredicto unánime sobre los cargos derivados de otras dos acusadoras.
Una de ellas, la directora de documentales Jennifer Siebel Newsom, ahora esposa del gobernador de California Gavin Newsom, había revelado que era la presunta víctima de violación a la que se hace referencia en los registros judiciales como Jane Doe 4.
Los abogados de la defensa argumentaron que las mujeres habían mantenido relaciones sexuales con Weinstein voluntariamente porque creían que les haría progresar en sus carreras, como parte de lo que, según ellos, era una cultura generalizada de “casting couch” en la industria cinematográfica.
En dos de los casos, afirmaron que el supuesto contacto sexual fue inventado.
De Reuters.