A las 11 horas de este martes unos 180 agentes policíacos del Estado y el Municipio se apersonaron en el Cerro de las Abejas, al Este de Tijuana, para desalojar a poco más de 100 personas que ilegalmente se apropiaron de diversos terrenos.
El 16 de junio se presentó la denuncia por despojo del predio. Una empresa denunció a los invasores y la autoridad estatal tuvo que abrir una carpeta de investigación.
El fiscal central Hiram Sánchez refirió este día que las autoridades se acercaron hace semanas a los invasores para buscar un desalojo sin violencia; y que les pidieron amablemente que abandonaran la zona de “su nuevo hogar”.
Tras la indagatoria se determinó que a estas personas -los invasores- les habían vendido los terrenos a espaldas de los verdaderos propietarios, lo que los convirtió también en víctimas y no totalmente en transgresores de la Ley.
Aquella primera vez que se reunieron con la autoridad, unas 30 familias abandonaron su lote recién estrenado por voluntad propia.
Más de un centenar se negó a salir del lugar y por eso la Fiscalía del Estado solicitó ante un Juez de Control la restitución del terreno. Es decir, pidieron el permiso para llevar policías y sacar sí o sí a los ciudadanos invasores.
El Juez de Control concedió la anuencia ayer lunes por la tarde, y por eso hoy al mediodía se programó el operativo con más de 180 elementos.
Sin embargo, cuando los agentes llegaron, los residentes no los recibieron a palos y pedradas como suponían.
Ordenadamente la autoridad se acercó al terreno cercado y notificó a los guardias, mientras los afectados se juntaban para observar desde lejos.
Tras 28 minutos, la autoridad quitó el cerco e ingresó hasta donde los vecinos del Cerro de las Abejas habían formado una barricada pacífica. Al ver el regimiento acercarse, los compradores ilegales no se impacientaron.
El argumento de los invasores es que ante la estafa de la que fueron víctimas, una vez que ésta se hizo pública, el gobernador Jaime Bonilla les había prometido reubicarlos, y que por eso no se habían movido.
La comitiva de las autoridades les notificó que una empresa tiene la propiedad legal de la falda del Cerro y que debían salirse hoy mismo. Y si no, que para eso había casi 200 policías en la entrada del terreno.
Los vecinos insistieron en el que el gobernador Jaime Bonilla les había prometido predios a 100 pesos cada uno, siempre y cuando se fueran del lugar.
“Por eso aquí seguimos. No nos han dado nada. No podemos irnos así. ¿A dónde nos vamos?”
En efecto, el 22 de julio en una Jornada Asistencial que se celebró en la Zona Este, el gobernador de Baja California les prometió terrenos de 160 metros cuadrados en sólo 100 pesitos a los invasores del Cerro que se presentaron para reclamarle.
Por eso no se habían salido de sus casas ni habían abandonado el cerro, porque seguían esperando el nuevo lote prometido desde el gobierno.
Tras dos horas de intercambios legales, la comitiva de vecinos aceptó desalojar el cerro durante la tarde de este día.
Entonces se dispusieron cada uno a destrabar las paredes de madera y los cartones que habían fijado con piedras para que aguantaran como techos y no se volaran con el aire.
Hasta el momento, no se han registrado incidentes mayores durante el desalojo. La autoridad no ha indicado de forma oficial si llegó a un acuerdo sobre la reubicación de los ciudadanos invasores.