CHICAGO, 30 ene (Reuters) – Los datos de los ensayos clínicos de dos vacunas de COVID-19 muestran que una variante del coronavirus identificada por primera vez en Sudáfrica está disminuyendo su capacidad de protección contra la enfermedad, lo que subraya la necesidad de vacunar a un gran número de personas lo antes posible, según los científicos.
Las vacunas de Novavax y Johnson & Johnson fueron acogidas como importantes armas para frenar futuras muertes y hospitalizaciones en una pandemia que ha infectado a más de 101 millones de personas y se ha cobrado más de 2 millones de vidas en todo el mundo.
Sin embargo, fueron significativamente menos eficaces en la prevención de la COVID-19 en los participantes del ensayo en Sudáfrica, donde la nueva y potente variante está muy extendida, en comparación con los países en los que esta mutación sigue siendo poco frecuente, según los datos preliminares publicados por ambas empresas.
“Está claro que las mutaciones producen un efecto decreciente de la eficacia de las vacunas”, dijo en una reunión Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. “Vemos que vamos a tener problemas”.
El jueves, Novavax comunicó los resultados de un ensayo de fase intermedia que mostraron que su vacuna tiene una eficacia global del 50% en la prevención de COVID-19 entre los sudafricanos.
Esto se compara con los resultados de la última fase en Reino Unido, en los que la vacuna fue hasta un 89,3% eficaz para prevenir la COVID-19.
El viernes, J&J afirmó que una sola dosis de su vacuna contra el coronavirus tuvo una eficacia global del 66% en un ensayo a gran escala realizado en tres continentes.
Pero no obstante hubo grandes diferencias por regiones. En Estados Unidos, donde la variante sudafricana se detectó por primera vez esta semana, la eficacia alcanzó el 72%, en comparación con sólo el 57% en Sudáfrica, donde la nueva variante, conocida como B 1.351, constituyó el 95% de los casos de COVID-19 notificados en el ensayo.
Otra variante altamente contagiosa descubierta por primera vez en Reino Unido y ahora presente en más de la mitad de los estados de EEUU ha sido menos capaz de reducir la eficacia de la vacuna que su homóloga sudafricana.
Sin embargo, los nuevos hallazgos plantean interrogantes sobre la eficacia contra las nuevas variantes de la vacuna de Pfizer y su socio BioNTech y de la de Moderna. Las dos vacunas mostraron una eficacia de alrededor del 95% en ensayos realizados principalmente en Estados Unidos antes de que se identificaran las nuevas variantes del virus en otros países.
“Ahora es una pandemia diferente”, dijo Dan Barouch, investigador del Centro Médico Beth Israel Deaconess de la Universidad de Harvard, en Boston, que ayudó a desarrollar la vacuna de J&J.
Barouch dijo que ahora hay una gran diversidad de nuevas variantes circulando por el mundo, incluso en Brasil, Sudáfrica y hasta en Estados Unidos, que son sustancialmente resistentes a los anticuerpos inducidos por la vacuna.
El consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, afirmó que existe “una gran posibilidad” de que las variantes emergentes acaben haciendo ineficaz la vacuna de la empresa.
“Todavía no es el caso (…), pero creo que es muy probable que un día eso ocurra”, dijo Bourla en el Foro Económico Mundial. El fabricante de medicamentos está estudiando si es necesario modificar su vacuna para defenderse de la variante sudafricana.
EVITAR QUE LOS HOSPITALES ENTREN EN CRISIS
Los expertos afirmaron que las cuatro vacunas siguen siendo muy valiosas por su capacidad para reducir la gravedad de la COVID-19.
“El objetivo final es detener la muerte, evitar que los hospitales entren en crisis, y todas estas vacunas parecen hacerlo de forma sustancial, incluso contra la variante sudafricana”, dijo el Amesh Adalja, experto en enfermedades infecciosas del Centro de Seguridad Sanitaria Johns Hopkins.
Por ejemplo, la vacuna de J&J tuvo una eficacia del 89% en la prevención de enfermedades graves en Sudáfrica.
Paul Stoffels, director científico de J&J, dijo que sospecha que un tipo de reacción del sistema inmunitario, denominada respuesta de las células T, desempeña un papel protector y puede ayudar a prevenir una evolución grave de la enfermedad.
“Lo sabíamos hasta cierto punto, pero también es mejor que podamos confirmarlo ahora en la clínica”, dijo Stoffels en una entrevista.
No obstante, Fauci dijo que la disminución de las tasas de eficacia subraya la necesidad de seguir de cerca las variantes y de acelerar los esfuerzos de vacunación antes de que surjan nuevas mutaciones incluso más peligrosas.
“La mejor manera de evitar que un virus siga evolucionando es impedir que se replique”, dijo Fauci, “y eso se consigue vacunando a la gente lo más rápido posible”.