El narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo del capo encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue arrestado por las autoridades mexicanas el jueves, dijeron cuatro funcionarios familiarizados con el asunto.
La noticia de la captura se produjo después de una noche de violencia en Culiacán, Sinaloa, hogar del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones delincuenciales más poderosas del mundo.
Ovidio, quien se convirtió en una figura clave en el cártel tras el arresto de su padre en 2016, fue detenido brevemente en octubre de 2019 por las fuerzas de seguridad, pero fue liberado rápidamente para evitar represalias violentas por parte de sus secuaces en un bochornoso revés para las autoridades.
Desde 2018, el hombre de 32 años es requerido por las autoridades estadounidenses por inundar ese país con fentanilo, una potente droga química que ha desencadenado una epidemia de muertes en Estados Unidos.
A media mañana del jueves, las fuerzas de seguridad todavía estaban ocupadas tratando de contener la reacción de los pistoleros de Guzmán en el área, dijo uno de los funcionarios. El aeropuerto internacional de Culiacán fue cerrado hasta la noche.
El gobierno local instó a la gente a quedarse en casa y dijo que las escuelas y las oficinas administrativas estaban cerradas debido a la violencia. Videos no verificados en redes sociales parecían mostrar fuertes disparos, incluso desde helicópteros durante la noche. También se produjeron bloqueos de calles y fueron incendiados autos, buses y camiones.
Narcobloqueos por detención de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, se extienden a #Mazatlán, delincuentes atraviesan e incendian trailer en la caseta Mármol.
— Adela Micha (@Adela_Micha) January 5, 2023
La captura de Ovidio, que no ha sido confirmada oficialmente por el Gobierno, se produce a pocos días de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visite a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. A mediados del año pasado, después de una reunión entre ambos mandatarios, autoridades mexicanas detuvieron a Rafael Caro Quintero, un narco requerido por Washington.
López Obrador ha reconocido que uno de los principales retos de su gobierno, que finaliza en octubre de 2024, es contener los niveles de inseguridad. Sin embargo, su mandato apunta a terminar como el sexenio más violento en la historia moderna de México.
Con info de Reuters.