WASHINGTON, 13 ene (Reuters) – Una semana después de que los partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, la Cámara de Representantes comenzó a debatir el miércoles para enjuiciar políticamente al mandatario por su papel en un asalto a la democracia que sorprendió a la nación y dejó cinco muertos.

Al menos cinco republicanos han dicho que se unirán a los demócratas en la votación de un artículo de juicio político -un cargo formal- por incitación a la insurrección, apenas siete días antes de que deje el cargo y sea sustituido por Joe Biden el 20 de enero. Si la Cámara lo aprueba, Trump se convertiría en el primer presidente sometido dos veces a un ‘impeachmnet’.

Una acusación contra Trump no le sacaría de inmediato del cargo, sino que pondría en marcha un juicio en un Senado aún bajo control republicano. No estaba claro si dicha instancia se celebraría a tiempo para sacar a Trump de la Casa Blanca.

Mientras los congresistas debatían el asunto, efectivos de la Guardia Nacional y de la policía estaban estacionados en torno al Capitolio para aportar seguridad.

El líder de la mayoría en la Cámara baja, el demócrata Steny Hoyer, dijo que su partido intentará enviar el cargo para el juicio político -una vez que sea aprobado- “lo antes posible” al Senado y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, nominó a nueve gestores del juicio político para presentar el caso en el Senado.

La extraordinaria rapidez con la que los demócratas se están moviendo refleja el peligro latente que presenta Trump para la seguridad nacional, según destacados demócratas. También aumenta la presión sobre Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado, para que evalúe celebrar un juicio inmediato.

McConnell ha dicho que no podrá celebrarse hasta que la Cámara alta vuelva de su receso el 19 de enero. No obstante, el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer -que se convertirá en líder de la mayoría cuando juren el cargo dos senadores demócratas de Georgia y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, más tarde en el mes-, dijo a la prensa que el Senado podía ser convocado para tratar el asunto si McConnell accede.

 

“ESCENA DEL CRIMEN”

Washington está en alerta tras el asalto del 6 de enero, a falta de una semana de que concluya el mandato de Trump. Miles de efectivos de la Guardia Nacional están desplegados y pudo verse a algunos vestidos de camuflaje y con armas durmiendo dentro del Capitolio antes de la sesión.

La Cámara se reunió justo antes de las 9:00 hora local (1400 GMT), en la misma sala en la que los legisladores tuvieron que esconderse bajo los escaños el pasado miércoles, cuando los manifestantes se enfrentaron a la policía en los pasillos del Capitolio.

“Estamos debatiendo esta histórica medida en la misma escena del crimen”, dijo el demócrata Jim McGovern al comienzo de la sesión. “Se trató de un ataque bien organizado contra nuestro país que fue incitado por Donald Trump”.

Los republicanos opuestos al juicio político argumentaron que los demócratas están yendo demasiado lejos, ya que Trump está a punto de dejar el cargo, y pidieron la creación de una comisión que estudie los eventos que rodearon al asalto.

“En vez de avanzar como una fuerza unificadora, la mayoría en la Cámara está eligiendo dividirnos más”, dijo Tom Cole de Oklahoma, uno de los 139 republicanos que votó el pasado miércoles en contra de certificar los resultados de la elección presidencial del 3 de noviembre, horas después de la violencia.

Los demócratas avanzaron en el proceso después de que el vicepresidente Mike Pence rechazó un esfuerzo para persuadirlo de que invocara la 25a Enmienda de la Constitución de Estados Unidos para destituir a Trump.

Mientras, había indicios de que el control de Trump sobre el Partido Republicano estaba comenzando a disminuir. Al menos cinco republicanos de la Cámara de Representantes, incluida Liz Cheney, miembro del equipo de liderazgo de su partido, dijeron que votarían por su segundo juicio político.

“Nunca ha habido una traición mayor por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución”, dijo Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney, en un comunicado. Trump “convocó a esta turba, reunió a la turba y encendió la llama de este ataque”, agregó.

Otros cuatro congresistas republicanos -Jaime Herrera Beutler, John Katko, Adam Kinzinger y Fred Upton- dijeron que también respaldarán el juicio político. En una excepción a su procedimiento estándar, los líderes republicanos no instaron a sus miembros a votar en contra, diciendo que es un asunto de conciencia individual.

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