AMLO matizó sus declaraciones sobre pausar las relaciones diplomáticas con España al aclarar que no habló de romperlas, aunque reiteró sus críticas en contra de autoridades y empresas de esa nación europea.
Andrés Manuel López Obrador generó dudas el miércoles sobre el futuro de los lazos bilaterales al anunciar su deseo de ponerlos en “pausa” hasta que termine su mandato en 2024, aunque el gobierno español informó horas después que no había recibido ninguna comunicación oficial al respecto.
“No es una ruptura de relaciones y no es contra el pueblo español, es nada más una propuesta respetuosa, fraterna, por los abusos y agravios cometidos en contra del pueblo de México y nuestro país”, afirmó el jueves en su rueda de prensa diaria.
No obstante, reiteró sus críticas a compañías españolas a las que ataca con frecuencia. Entre ellas están la energética Iberdrola, la petrolera Repsol y la constructora OHL -ahora OHLA-, a las que señala de “saquear” a México mediante contratos públicos suscritos con gobiernos que precedieron al suyo.
La postura expresada el miércoles por AMLO fue motivo de interminables especulaciones, especialmente porque la cancillería no aclaró en qué consistía exactamente la puesta en pausa.
Horas después de conocerse, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, declaró que no había sido informado de manera oficial de alguna “pausa” solicitada por México en los vínculos bilaterales.
“La relación entre España y México es una asociación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas o de palabras puntuales”, dijo. El país europeo se encuentra entre los principales inversores en México.
Los renovados ataques contra las autoridades y compañías españolas se producen mientras crece la presión sobre un plan de López Obrador de reformar el sector eléctrico local para otorgar mayor poder al Estado, en detrimento de empresas de energías renovables, muchas de ellas extranjeras y algunas españolas.
Con información de Proceso.