La Conquista fue un rotundo fracaso: López Obrador

Con la maqueta monumental del Templo Mayor de México Tenochtitlán, Huey Teocalli, como fondo, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que “la Conquista y la colonización son signos de atraso, no de civilización, menos de justicia”.

Durante la conmemoración de los 500 años de la caída del Imperio Azteca en el Zócalo de la capital mexicana, el mandatario recordó que el historiador Enrique Semo Calev, autor del libro La Conquista, catástrofe de los pueblos originarios, llegó a la conclusión de que en 1518 había en Mesoamérica y en Aridoamérica 11 millones de habitantes y 87 años después, en 1605, la población apenas llegaba a un millón 75 mil personas.

“Este desastre, cataclismo, catástrofe, cómo se le quiera llamar, permite sostener que la Conquista fue un rotundo fracaso. ¿De qué civilización se puede hablar si se pierde la vida de millones de seres humanos y la nación, el imperio, o la monarquía dominante no logra en tres siglos de colonización ni siquiera recuperar la población que existía antes de la ocupación militar?”, cuestionó el titular del Ejecutivo federal.

Con el fondo de la representación del Templo Mayor, recordó que en 1518 se contaba con 11 millones de habitantes y en 1821, la población del México que había logrado su independencia era de seis millones de habitantes.

“Sólo pensemos que, en nuestro país durante la Revolución por violencia, hambre y también por epidemias perdieron la vida un millón de mexicanos; sin embargo, en 1930, con sólo 20 años transcurridos, ya se tenía de nuevo la población de 1910”, indicó en un mensaje donde reivindicó el legado del imperio Mexica y condenó la acción de los españoles invasores en 1521.

Al respecto, el presidente López Obrador señaló que la gran lección de la “llamada Conquista” es que nada justifica imponer por la fuerza a otras naciones o culturas un modelo político, económico, social o religioso, argumentando que es para el bien de los sometidos o la excusa de la civilización.

“Las conquistas, las invasiones, las guerras, siempre serán un riesgo para la humanidad. Además del agravio principal, traen consigo afectaciones culturales, sociales y daños colaterales”, advirtió López Obrador.

Trabajadores preparan una maqueta monumental de la pirámide del Templo Mayor para conmemorar el 500 aniversario de la caída de Tenochtitlán, en la explanada del Zócalo de Ciudad de México, México. 10 de agosto de 2021. Fotografía tomada el 10 de agosto de 2021. REUTERS / Toya Sarno Jordan

Enseguida, aseguró que suele pasar que la ambición y la tristeza “viajan, viven y duermen juntas” y agregó:

“Políticos, monarcas y hombres de Estado no deben omitir estas lecciones que surgen de amargas realidades y se convierten en enseñanzas mayores”, aconsejó el mandatario mexicano.

Por ello, consideró necesario asumir el compromiso de la no repetir los mismos errores y horrores.

“Pongamos fin a esos anacronismos, a esas atrocidades y digamos nunca más una invasión, una ocupación o una conquista, aunque se emprenda en nombre de la fe, de la paz, de la civilización, de la democracia, de la libertad o, más grotesco aún, en nombre de los derechos humanos”, exhortó el tabasqueño.

Al respecto, dijo que no se debe aceptar que triunfe sobre la justicia, el poder militar y la fuerza bruta.

“Debemos, en cambio, procurar que desaparezca de la faz de la tierra la ambición, la esclavitud, la opresión, el racismo, el clasismo y la discriminación, y que sólo reine e impere la justicia, la igualdad, la paz y la fraternidad universal”, concluyó.

Con información de Proceso.

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